El ministro de Sanidad, Salvador Illa y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón han confirmado este mediodía el paso a Fase 3 de Castilla y León, con la excepción solicitada dpor la Junta de Castilla y León, de mantener en Fase 2 a las provincias de Ávila, Soria, Salamanca y Segovia.
El Gobierno de España respeta así la petición de la Consejería de Sanidad de la Junta, con Verónica Casado a la cabeza, que ayer mantenía una reunión bilateral con el Ministerio de Sanidad, donde presentaban una propuesta de desescalada sin Salamanca, Ávila, Segovia y Soria, por ser las provincias más próximas a Madrid. Todo ello a pesar de que la Junta había anunciado ya que había solicitado al Gobierno de España que toda la CCAA pasara a Fase 3 a partir de este lunes, 15 de junio.
"Vale la pena esperar", afirmaba ayer la consejera, que defiendía progresar "de forma segura". "Tenemos que ser muy cautos, está habiendo más casos en Madrid y en el País Vasco; por eso, hemos decidido siempre en base a criterios epidemiológicos", ha señalado Casado, quien creía que Madrid también permanecería en la Fase 2, como finalmente ha sucedido.
El resto de provincias sí han pasado a Fase 3, pero con "alguna restricción" referida al ocio nocturno. "Tras el análisis de los datos tenemos que seguir el principio de la prudencia". Entre estos aspectos del ocio, el referido al consumo en barra, discotecas... y con respecto a la movilidad, "mejor hacer lo previsto para la Fase 3, que es mantener la movilidad solo dentro de las provincias".
"Si Madrid hubiera pedido el pase a Fase 3, y no hubiera habido brotes en otras comunidades autónomas, hubiéramos ido a la Fase 3", recalcaba ayer la consejera, quien defiende el cambio de postura en esta desescalada con "velocidades distintas" y esperar una semana más. "Me tranquiliza que Madrid se quede en Fase 2, por ellos y porque no hay movilidad entre provincias".