El coronavirus ya no es el principal problema para los castellanos y leoneses. Las imágenes, algunas preocupantes, lo demuestran. La vida en la calle ha vuelto a toda la región y, con ella, los buenos números en torno al contagio de coronavirus.
Más allá de los pocos contagios y fallecidos que se dan diariamente, a pesar de que se sigan produciendo, Castilla y León ha conseguido que su tasa de crecimiento de los contagios de coronavirus ya sea negativa y que su número reproductivo básico instantáneo sea muy inferior a uno y se encuentre en el 0,25.
No se debe olvidar que no hace mucho Castilla y León era la comunidad con una mayor tasa de incidencia, superando incluso a Madrid o Cataluña, algo que ha cambiado en las últimas fechas a tenor de lo informado por el Instituto Carlos III.
No en vano, la tasa media española está más cerca del 0,4 y son pocas las comunidades con menos tasa. De hecho, solo Asturias, con 0,11, y la ciudad autónoma de Ceuta, con 0,12, están por debajo.
Y es que, de hecho, el primer día de la nueva normalidad, el número reproductivo era del 1,04, es decir, una persona contagiaba a otra, y apenas semana y media después este número se ha dividido por cuatro, de ahí la tasa de crecimiento negativa.
Todo ello pese a que la población ha salido a la calle y se han vivido escenas de aglomeraciones en algunos momentos. La mascarilla, una mayor concienciación y, sobre todo, un mayor control de la situación está provocando que este número siga descendiendo.
Eso sí, no se deben olvidar los malos momentos para seguir haciéndolo bien. De hecho, tampoco que el virus tarda varios días en mostrar su violencia y su capacidad de contagio, como ya ocurriera en los primeros días. Al final, su silencio durante mucho tiempo, ya que en enero se encontraba por Castilla y León, propició que la comunidad fuera una de las más castigadas.
Ahora, debido al estado de alarma y las medidas de higiene y distancia social se ha conseguido que este número baje pero como ya se ha visto en otros lugares, la opción de rebrote es algo que puede pasar por lo que cuanto mejor se haga, menos oportunidades habrá.
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