El coronavirus se mueve con nosotros y está demostrado que cada enfermo de COVID pueden contagiar a hasta decenas de personas de su entorno. De ahí la vital importancia del sistema de rastreo, que debe localizar en tiempo récord al mayor número de contactos de cada PCR positiva.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, destaca la "extraordinaria" labor que está llevando a cabo Salud Pública para analizar las zonas con mayor incidencia y valorar "si en algún momento tiene que establecerse una mayor limitación de la movilidad si se extienden los casos". Desde el pasado lunes, 27 de julio, hasta este domingo, 2 de agosto, se ha aumentado de una forma importante el número de pruebas de detección, y se han realizado un total de 13.293 PCR. En total, 615 rastreadores operan en Castilla y León con el encargo de trazar la estela de contactos de cada caso. "Es esencial hacer pruebas de detección a un gran número personas porque nos permite algo clave: identificar el caso, aislarlo, y poner en cuarentena a los contactos. Eso es lo que puede frenar esta pandemia que sigue y de la que nunca nos hemos despegado". Incluso, y según ha desvelado Casado, decenas de voluntarios han trabajado el fin de semana de forma altruista en el análisis de las pruebas.
De igual forma, Casado ha alertado de que la ocupación de los hospitales "ha aumentado ya ligeramente", y en el día de ayer eran 45 los pacientes ingresados por COVID en Castilla y León, 6 de ellos en la UCI. "Seguimos en alerta sanitaria, no podemos bajar la guardia ni relajar las medidas de protección, porque si no tendríamos que volver a una situación que nadie quiere, el confinamiento generalizado. Que no lleguemos a ella dependerá mucho de nuestra responsabilidad individual".
De hecho, 35 zonas básicas de salud donde el aumento de la incidencia de nuevos casos comienza a ser preocupante, y no se descarta que sean candidatas a nuevos confinamientos.