La Junta de Castilla y León ha comunicado hoy, en Consejo de Gobierno, varias resoluciones por las que se declara de emergencia la contratación de suministros y servicios destinados a la lucha contra el coronavirus en los hospitales de las provincias de Valladolid, Burgos y León. Todo ello con un presupuesto de 4.892.496 euros.
De la partida económica global, 3.073.387 euros se utilizaron para los servicios de Atención Especializada de la provincia burgalesa. Así, se invirtieron 2.980.347 euros en la compra de material sanitario, arrendamiento de equipos y contratación de servicios para el Complejo Asistencial Universitario de Burgos. Más concretamente, el material adquirido fueron batas y mascarillas protectoras, guantes de nitrilo, reactivos para la realización de test de diagnóstico de la COVID-19 y detección de anticuerpos, una cabina de seguridad biológica para el Servicio de Microbiología del centro hospitalario y diverso equipamiento necesario para el Servicio de Neonatología. Además, se contrató el arrendamiento y mantenimiento de un equipo, junto con el suministro de los reactivos y el material fungible requerido para su uso, para la realización de PCR de detección de la COVID-19. Y se financió el servicio de desinfección con luz ultravioleta del Complejo Asistencial y, especialmente, de las zonas de UCI.
Por otro lado, los 93.040 euros restantes destinados a la provincia de Burgos se utilizaron para la contratación del servicio de cocina de la Unidad de Convalecencia instalada en el recinto ferial de Aranda de Duero. Esta unidad se creó como una extensión del Hospital Santos Reyes, para complementar la oferta asistencial del Servicio de Medicina Interna de ese centro. Fue empleada para acoger a pacientes de coronavirus, en buen estado clínico, que no podían volver a su lugar habitual de residencia, pertenecían a familias vulnerables o tenían limitación del esfuerzo terapéutico.
Al Complejo Asistencial Universitario de León se destinaron 16.980 euros, con los que se costeó la declaración de emergencia del suministro de una central de monitorización. Este equipamiento se instaló en el Servicio de UCI del centro de Atención Especializada.
Por último, el presupuesto que correspondió a los hospitales de la provincia de Valladolid fue de 1.802.129 euros. De ellos, 558.516 euros se utilizaron para cubrir necesidades para la atención de la pandemia en el Hospital Universitario Río Hortega. Concretamente para la compra de batas desechables, un arcón congelador para el Servicio de Microbiología, respiradores y módulos auxiliares para ampliar los puestos de la UCI. También se alquilaron módulos prefabricados para poder realizar el triaje de pacientes con sospecha de Covid-19, labor que se llevó a cabo tanto en el hospital como en el Centro de Salud de Mota del Marqués. Y se contrataron los servicios de desmontaje tanto del sistema de llamada de pacientes, como de las instalaciones de fontanería, gases medicinales, saneamiento y mobiliario del Hospital de Contingencia de Castilla y León.
Los 1.243.613 euros que completan la cantidad de Valladolid fueron empleados en el Hospital Clínico Universitario. Con ellos se adquirieron Equipos de Protección Individual (EPIs), tales como batas desechables, mascarillas y guantes de nitrilo; y material sanitario como un tomógrafo axial computerizado, un equipo de ventilación y monitorización respiratoria y respiradores.
Asimismo, se contrataron los servicios de recogida, transporte y eliminación de residuos sanitarios específicos derivados del coronavirus; y el de limpieza y desinfección de este centro hospitalario. Y se adquirió un horno eléctrico de convección para la Unidad de Hostelería del Hospital de Medina del Campo.