La Junta de Castilla y Léon, a través del vicepresidente, Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, reiteró este jueves en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno la necesidad de que haya una respuesta coordinada marcado por ciertas alarmas que tienen que ser las mismas para todos los territorios de España ante un problema idéntico. 

Así, según destacó Igea, "la no aprobación de este plan" en las reuniones que se tienen para ello "debería de obligar al Gobierno a hacerlo obligatorio" y llamó a este a "ejercer de una vez su obligación de gestionar las alarmas de la Organización Mundial de la Salud y que se prevé en la Ley de Salud Pública". 

Como comentó, esto tiene su razón que no puede haber medidas diferentes para las mismas situaciones en diferentes territorios. "Es un ejemplo penoso al conjunto de Europa a este respecto. La Comunidad de Madrid tiene toda la razón en esto. No se puede seguir así. Es intolerable". 

De hecho, según anunciaron, en el caso de que no haya un acuerdo o una obligatoriedad por parte del Estado al respecto, será Castilla y León quien tome la decisión de imponer un sistema con tres alertas diferentes para tomar medidas al respecto en cada una de ellas basado en la incidencia que haya.