Las medidas tomadas en Castilla y León tienen efecto pero insuficientes todavía para lo esperado por el Gobierno regional. La Junta ha anunciado en las últimas semanas varias restricciones para evitar el crecimiento casi vertical nuevamente de una curva de contagios que ha ido presionando cada vez más fuerte a los centros hospitalarios, mientras la mortalidad seguía subiendo por el coronavirus.
No en vano, ya este martes se anunció la muerte de más de 30 personas en la comunidad, algo que no se veía desde hace mucho tiempo, después de que lleve días estabilizado por encima de los 20. Una cifra demoledora que ha llevado a Castilla y León a sumar 129 fallecidos en la última semana, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad este martes.
Entre las medidas que se han ido tomando se encontraba la obligación de las mascarillas incluso haciendo deporte en sitios cerrados, la prohibición de fumar en terrazas o de reuniones de más de seis personas, así como el toque de queda a las 22 horas. Todas ellas, entre otras, se están viendo reflejadas tiempo después, aunque no como se hubiese esperado.
Así, los datos también ofrecidos por Sanidad este martes dejan reflejado que la incidencia de contagios en la última semana es inferior a la anterior, aunque el número sigue siendo excesivamente alto. Así, los contagios por 100.000 habitantes en los últimos 14 días crecía hasta los 820, mientras que en los últimos siete bajaba a los 381. Ello quiere decir que han descendido desde los 439 a los 381, una mínima reducción que abre una pequeña puerta a una esperanza todavía lejana, más aún entre las palabras de los especialistas.
Pese a ello, hay que reconocer que el número sigue siendo muy alto. No en vano, se habla ahora de riesgo alto cuando los casos superan los 250 en los últimos 14 días. Ello, ahora mismo, es mucho más grande solo en una semana. Además, los casos de hospitalizados y fallecidos se ven a varios días después de los contagios por lo que, pese al pequeño descenso, en el peor de los datos, no se verán hasta dentro de dos semanas.
A las medidas antes dichas se suman ahora, desde el viernes, la del cierre de la hostelería, la mayoría de los comercios o los centros comerciales y deportivos con el que se espera que la curva siga aplanándose, si bien necesita dar un vuelco para evitar mayores daños en la salud de las personas, por lo que la Junta ya ha pedido que le permitan confinar domiciliariamente para conseguir el descenso de contagios lo antes posible.