La pasada semana, la Junta anunció un cambio de tendencia en la curva que podría evitar un confinamiento domiciliario que llevaba pidiendo, o al menos la posibilidad, durante las dos últimas semanas al Gobierno nacional.
Desde entonces, sin embargo, viernes y sábado, Castilla y León ha vuelto a batir récords de contagios en una cifra que volvió a descender este domingo. Es cierto, eso sí, que según los indicadores de la propia Junta, son algunas provincias las que provocan este récord ya que la mayoría sí están haciendo reducir su incidencia.
Pese a ello, de sobra es conocido que el número de pruebas que se realiza también es esencial para que resulten más positivos y según las cifras de la Junta en la última semana se han realizado menos que en la anterior.
Como se destaca, desde el 1 de noviembre hasta el 7 de noviembre, última fecha que aparece, fueron 64.076 las pruebas totales realizadas, con un número de positivos de 10.453. Esto se contrapone con las 68.392 pruebas de todos los tipos en la semana inmediatamente anterior y los 11.728 positivos, siempre según los números aportados por el Gobierno regional.
Ello implica que en esta última semana la tasa de positividad ha sido de un 16% mientras que la pasada superó por poco un 17%. Así, pese a un pequeño cambio en el número de pruebas, la incidencia sí es positiva a nivel de la comunidad, si bien está contenida en un número alto que debe descender más si no se quieren tomar medidas más drásticas.