La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha advertido que la presión hospitalaria en Castilla y León continúa en aumento, en concreto, ha reconocido que la situación en las UCI “nos preocupa”. A pesar de situarnos en una situación muy similar al 26 de marzo, cuando toda la actividad hospitalaria estaba centrada en el Covid, ahora “por el aprendizaje”, apuntaba Casado, se mantiene la actividad programada, en comparación con la primera ola, gracias al “trabajo excelente de los profesionales”.
En este sentido, la alta ocupación no ha supuesto la alteración de la actividad quirúrgica programada en Ávila, Miranda de Ebro, Aranda de Duero, El Bierzo y Segovia, mientras que sí que se ha visto afectada en el resto.
En el caso del Hospital Universitario de Burgos, se han bajado los quirófanos dada la alta ocupación y se mantendrán tres para actividad programada. Se trasladarán a pacientes leves a diferentes hospitales y se está trabajando con Recoletas para mejorar la actividad. En León hay operativos cuatro quirófanos, dos en Palencia, en Salamanca 6 de los 25 quirófanos; uno en Soria: en el Clínico de Valladolid 7 de los 21 existentes; en el Río Hortega de Valladolid se reducen dos quirófanos de los 18; en el hospital de Medina del Campo funciona uno de los tres disponibles y en Zamora se puede volver a abrir algún quirófano cerrado.
Actualmente, hay 1.618 hospitalizados en planta en los hospitales de la Comunidad, 224 en unidades de críticos, y un 70% de ocupación de las UCI corresponde a pacientes Covid. La situación en Castilla y León sigue siendo grave y nos esperan semanas muy duras, pero se ha advertido que la capacidad de atención en las UCI extendidas es muy alta.