La puesta en marcha del Edificio Rondilla en Valladolid, una instalación con 48 camas y 98 profesionales sanitarios de gran parte de la Comunidad, y que servirá de refuerzo regional para la atención a pacientes Covid ha despertado cierta polémica por su ubicación.
El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, se ha mostrado muy tajante en este asunto: “Se toman decisiones de organización racionales, en momentos de crisis, basadas en el principio de que todo lo que hay en la Comunidad está al servicio de todos”.
Además, en cuanto a la elección de este centro en Valladolid ha defendido su ubicación “equidistante” y se ha preguntado: “Si uno coge el mapa de Castilla y León y solo puede instalar un hospital, ¿no es lo lógico colocarlo en el sitio más equidistante?”. Igea ha apostado por tomar decisiones para “hacer más eficientes los recursos limitados para atender a los pacientes con nombre no con renombre”. Unas palabras dirigidas a las quejas mostradas por “médicos de renombre” ante el traslado desde Salamanca al Edificio Rondilla de Valladolid.
En este sentido, ha reiterado que “no hay nadie que tenga más renombre, a nosotros no nos importan ni los médicos ni hospitales ni provincias de renombre, nos preocupan los miles de personas con nombre y apellidos que están sufriendo, pasándolo mal y viendo cómo pierden la vida sus familiares. Estén donde estén, no hay nadie que sea más importante que nadie”.