Castilla y León sigue respirando aliviada pese a las malas noticias que surgen fuera de sus fronteras en cuanto al coronavirus y de la incertidumbre de la Navidad. Después de que días antes de las jornadas festivas de Nochebuena y Navidad, el número reproductivo básico instantáneo se disparara debido al efecto del puente, se ha conseguido volver a estabilizar por debajo de uno.
Esta cifra es muy importante para conocer la evolución de los contagios en la región ya que es la capacidad que tiene una persona de contagiar a otras. Es decir, si se encuentra por encima de uno, quiere decir que la exponencialidad del virus amenaza con volver a preocupar más de lo que lo hace ahora, mientras que, por el contrario, si se encuentra por debajo de uno, tiende al descenso.
Así, sin ir más lejos, el 19 de diciembre, este se encontraba en el 1,13 con todas la provincias por encima de uno. Un número preocupante que el propio vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, valoró con miedo a que supusiera un aumento de contagios en un momento duro como la Navidad, precisamente por esa incertidumbre que le rodea al hecho de haber rebajado las medidas restrictivas en los principales días de celebración como la pasada Nochebuena.
Sin embargo, tras el efecto del puente de la Constitución, lo cierto es que Castilla y León ha logrado controlar nuevamente este importante número y actualmente se encuentra en 0,85 de nuevo y solo Valladolid y Segovia están por encima con 1,02 y 1,14, respectivamente.
Precisamente, es Segovia la que más preocupa debido a su estabilización por encima de la unidad, ya que Valladolid viene con una curva ascendente que, sin embargo, como le ocurrió a Salamanca, debería volver a descender en los próximos días dado el número de contagios notificados.