Castilla y León mira con preocupación al futuro epidemiológico. Los dos últimos datos de 2020 auguraban ya un crecimiento esperado que, además, todavía no guarda dentro de él todos los casos de Nochebuena y, por supuesto, tampoco los de Nochevieja.
Más de medio millar de casos se declararon ambos días, con un crecimiento en el número reproductivo instantáneo con cuatro provincias por encima del uno y una tasa de incidencia que, poco a poco, empieza a subir en algunas de ellas. No en vano, la Junta ha decidido este Año Nuevo trasladar de nuevo a nivel cuatro a Segovia, la primera provincia que entró en nivel tres de alerta, ante el crecimiento de los últimos días. Así, solo Ávila y Salamanca permanecen en un nivel más bajo de momento.
Y como se ha recordado continuamente, una tercera ola sería dramática. Seguiría siéndolo ahora por la situación de los hospitales, con 347 enfermos de coronavirus en planta y 141 en la UCI, a los que se suman otros 40 en el primero de los casos que ingresaron con síntomas. Una situación de partida todavía complicada para iniciar una nueva escalada pese a que el descenso ha sido importante en el último mes.
De hecho, los casos actuales en planta son los del 11 de septiembre o el 15 de mayo, lejos de superar el millar del peor de los días de noviembre o los dos millares de abril. Sin embargo, el caso de las UCI preocupan más. Pese a que la dinámica todavía es de descenso, lo cierto es que se encuentran a un nivel de presió todavía alto, pasando del máximo de 248 durante esta ola a los 141 actuales en apenas un mes. Con este ritmo se necesitaría otro mes de descenso para llegar a cifras razonables y que una tercera ola no pusiera en jaque al sistema.
Con ello, la atención se centra en los contagios diarios que, a la larga, son los que provocan los ingresos. Y es que en una semana, los datos diarios de contagiados van antecediendo lo que puede pasar en los hospitales, y todavía en más tiempo, dos o tres semanas, en la UCI.
Echando la vista atrás, por ello, en esta segunda ola fue a partir del 15 de noviembre cuando los ingresos comenzaron a descender. Ese día los contagios estaban todavía cerca del millar en Castilla y León, aunque lastrados especialmente por los altos números de Burgos y León. Una semana antes, las cifras llegaban más cerca de los 1.500.
De esta manera, aunque en este terreno hay muchas más cosas que analizar, como la edad o los problemas de los nuevos contagiados, parece que la barrera de los mil contagios en la comunidad marca prácticamente también el aumento de los ingresos. Con ya más de 500 diarios, y un número reproductivo tendente al ascenso, puede que se llegue en muy poco tiempo.
Ávila
En Ávila, el número actual de ingresados en planta es de 15 y en la UCI de cuatro. Hay que recordar que la segunda ola la comenzó con cero casos y que, en seguida, los brotes dispararon los ingresos ya desde agosto.
Posteriormente logró estabilizar la situación en torno a los 35 ingresados en planta y los cinco o seis en UCI pero desde finales de octubre, los datos volvieron a dispararse hasta mediados de noviembre. En su caso, los contagios por aquel entonces pasaron de 15 a más de 60 en una semana en octubre para llegar a superar la centena en noviembre hasta volver a la calma de los 30 y comenzar a bajar.
Burgos
La situación en Burgos es todavía preocupante. Con 91 ingresos en planta y 24 en la UCI, le ha costado más descender que a otras provincias. No en vano, el número de contagios siguió siendo muy alto hasta mucho después de tener incidencia en el resto de provincias.
No en vano, también ha habido un descenso desde las mismas fechas de noviembre que en el resto, cuando la cifra de contagios pasó de casi tocar los 600 en un solo día a los 200 o 150 de los últimos días de noviembre. Eso fue suficiente para que, aunque a un ritmo más bajo, el hospital no llegara a colapsar.
León
Los 52 ingresos en León y los 22 en UCI son todavía una cifra alta que, sin embargo, se recibe con alegría en León después de los duros meses pasados. Se llegó a superar los 300 ingresados y los 40 en la UCI en los días centrales de noviembre.
En este caso, llegó a superar los 500 casos de contagios en la primera quincena de noviembre y, poco a poco, fue descendiendo hasta situarse en la centena diez días después.
Palencia
El hospital de Palencia es el que peor se encuentra según su capacidad. Actualmente, su situación es de 66 ingresados en planta y 19 en UCI y, lo que es peor, en una nueva curva ascendente. De hecho, su peor cifra en esta segunda ola ha sido de 99 en planta y 25 en UCI, llegando a un mínimo de 53 y 11 a principios de diciembre.
En esta vuelta al ascenso, Palencia ha llegado incluso a superar nuevamente la centena de contagios diarios y a situarse en cifras de 60 o 70 al día, salvo en los festivos. El objetivo es rebajar de nuevo esa cifra hasta por debajo de los 40.
Salamanca
Con 14 ingresados en planta y siete en UCI, la situación de Salamanca es de las mejores de Castilla y León. De hecho, su número más bajo durante 2020 fue el de dos ingresados en planta y ninguno en UCI, a lo que todavía aspira a llegar ante los previsibles descensos que todavía tienen que llegar.
En Salamanca, la situación pareció controlarse en los hospitales a partir de principios de noviembre cuando, tras, mantenerse en torno a los 200 ingresados en planta, ya logró bajar a partir de la segunda quincena, además de manera vertiginosa. En este caso, los contagios pasaron de los más de 300 a finales de octubre al entorno de los 175 en los primeros días de noviembre. Posteriormente, el descenso siguió su amplio proceso y bajó de los 100 en la segunda quincena de noviembre.
Segovia
Segovia nunca ha estado amenazada en esta segunda ola. Apenas se dibuja ninguna subida en una curva casi plana que le lleva a los actuales once ingresados en planta y ocho en UCI cuando el máximo apenas ha superado los 30 y los diez.
Sin embargo, en los últimos días ha habido un aumento desde los cinco y cuatro, respectivamente, por lo que se ha tomado la decisión de entrar en nivel cuatro de nuevo. No en vano, los contagios han pasado del entorno de los 20 a llegar a superar los 60 el último día del año.
Soria
Soria llega a comienzo de año con cinco hospitalizados en planta y otros cinco en UCI por coronavirus después de superar los 40 en planta y permanecer estable en el caso de la UCI.
En su caso, los contagios cayeron desde los 70 diarios al entorno de los 40 antes de descender ya del todo hasta la veintena y permitir el alivio en el hospital.
Valladolid
Valladolid despidió el año con 63 ingresados en planta y 43 en UCI, cifras todavía muy altas, especialmente en el segundo de los casos, que no admiten ninguna relajación. Son, eso sí, las cifras más bajas desde septiembre y octubre, respectivamente.
Y es que en la provincia se llegó a los 370 en planta y 87 en UCI en esta segunda ola. Al igual que en el resto, comenzó a descender a mediados de noviembre cuando se logró rebajar el número de contagios desde los 600 de media del inicio de mes hasta los 200 o cerca de ellos en los días finales.
Zamora
Con 30 ingresados en planta y nueve en UCI ha comenzado el 2021 Zamora, tras pasar sus peores tiempos en la pandemia. Ni siquiera en la primera ola habían sufrido tanta presión y el hospital llegó a tener 145 enfermos de coronavirus en planta y un máximo de 14 en UCI, que no ha descendido casi nada.
Al igual que en la mayoría de casos, mitad de noviembre fue el punto de inflexión, cuando Zamora logró controlar sus contagios pasando de una media superior a los 100 a una media sobre los 80 a finales, que consiguió ir reduciendo posteriormente más.