Castilla y León llevó a cabo un total de 26.717 pruebas para detectar el COVID-19 entre el 25 y el 31 de diciembre, lo que supone un dos por ciento más, al contabilizar 15.493 PCR y 11.224 test de antígenos de segunda generación. De esta forma, la tasa se pruebas diagnósticas se sitúa en 516,69 casos por 1.000 habitantes, frente a los 481,11 de la media nacional, según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad.
La tasa más alta corresponde a Navarra, con 805 pruebas, por delante de País Vasco (774), La Rioja (719), Asturias (697), Cataluña (593) y Madrid (584). Por el contrario, en Andalucía la tasa se sitúa en las 319 pruebas por cada mil habitantes, en 370 en Murcia y en 374 en la Comunidad Valenciana.
Asimismo, las comunidades autónomas realizaron 500.486 PCR y 270.496 test de antígenos. Por tanto, hicieron un total de 770.982 pruebas diagnósticas en este periodo, lo que supone un aumento del cuatro por ciento.
Igualmente, desde el inicio de la pandemia, las comunidades autónomas han notificado al Ministerio de Sanidad que, hasta el 24 de diciembre, han llevado a cabo un total de 21,8 millones de pruebas diagnósticas. De las que 1,2 millones corresponden a Castilla y León.
Además, Sanidad efectuó desde el comienzo de la pandemia en la Comunidad, 461.192 test rápidos AC y 47.685 de otras pruebas, de un total para España de 2.793.061 y 2.385.943. La última semana se efectuaron en la Comunidad, 134 test rápidos y 1.314 de otros pruebas, sin variación los primeros, y con un crecimiento del tres por ciento los segundos.
La tasa de test rápidos se sitúa en la Comunidad, en 191,93 por cada 1.000 habitantes, y de otros test en 19,84, frente a tasas nacionales de 59,3 y 50,66, respectivamente.