La Junta de Castilla y León está inmersa en un claro endurecimiento de las medidas restrictivas para frenar el avance del coronavirus en la Comunidad. Tras conocerse que el territorio registraba hoy el mayor número de nuevos contagios desde que comenzara la pandemia (2.321 positivos), la Junta se reunía esta misma tarde con los portavoces de los diferentes grupos políticos para plantearles el plan del gobierno autonómico para controlar el elevado número de contagios de los últimos días.
Según diversas informaciones, la Junta de Castilla y León optaría por decretar un confinamiento por provincias y el cierre de los comercios no esenciales a las 18.00 horas. Dos nuevas medidas que se sumarían a las ya adelantadas este mediodía por el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea que admitía la posible prohibición de las reuniones privadas entre no convivientes en toda la Comunidad. Nuevas decisiones que entrarían en vigor, previsiblemente, este mismo sábado, tras ser presentadas a los alcaldes de municipios de más de 20.000 habitantes y presidentes de diputaciones del territorio, por el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en un encuentro a las 10.00 horas de mañana.
El objetivo de las medidas es bajar la actividad, la movilidad y el contacto social que deben abordarse “con urgencia en las próximas 24 horas, como ya explicaba Igea tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. La intención de la Junta es aplicar medidas restrictivas que fueron eficaces anteriormente, pero también intentar ir a la “situación límite anterior al confinamiento”, ante la imposibilidad actual de tomar dicha decisión. Sin embargo, sí apuestan por mantener la actividad escolar y laboral, asegurando que el principal foco de contagio son los encuentros sociales y familiares.
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