Los casos activos de COVID en Castilla y León a día de hoy, 4 de febrero de 2021, ascienden a 62.498, según los datos de Atención Primaria recopilados por el Sistema Medora, un registro que contabiliza el dato de pacientes enfermos incluyendo todos los diagnósticos compatibles con coronavirus, pacientes con sospecha clínica de enfermedad, tales como neumonía por COVID-19 y la propia enfermedad por COVID-19 y que resultó de vital importancia desde el inicio de la pandemia para conocer la verdadera dimensión en la propagación del virus en un tiempo en el que no había pruebas PCR ni test de antígenos de segunda generación con los que poder determinar el número exacto de contagios.
A día de hoy, con la generalización casi en tiempo real de los test, la información de Medora se circunscribe a los casos que han resultado positivos por PDIA. Una cifra de 62.498, superior a la población de toda Zamora capital, y que alcanzó su pico máximo desde que se tienen registros el 31 de enero, cuando Sanidad mantenía abiertos 63.257 casos.
Desde el 3 de marzo, los profesionales de Atención Primaria estiman que 262.732 personas han sufrido la enfermedad en Castilla y León, casi el 11% de la población total de la comunidad autónoma. El balance de muertes, en consonancia con los miles de contagios: 4.824 fallecidos en los hospitales, y 2.137 en las residencias. 6.961 fallecidos a los que, a tenor de los estudios nacionales de mortalidad basados en los registros civiles, habría que sumar varios centenares más, muchos fallecidos en sus propias casas.
Por provincias, Ávila tiene actualmente 3.183 casos activos (15.763 desde el inicio de la pandemia); Burgos, 4.922 (40.936 en total); León, 14.730 (45.011); Palencia, 8.614 (20.197); Salamanca, 6.815 (40.118); Segovia, 4.340 (22.903); Soria, 1.486 (10.657); Valladolid, 14.338 (57.358), y Zamora, 3.941 (14.600). En todas ellas la tendencia es descendente, excepto en León y Palencia, especialmente en esta última donde la curva de nuevos contagios es casi vertical.
La incidencia de la enfermedad se distribuye en todas las franjas de edad, si bien es más letal en personas de edad más avanzada o con enfermedades crónicas, y también afecta a ambos sexos. En este sentido, se han diagnosticado más casos entre las mujeres que entre los hombre, tal como expresa la gráfica.
Fuente: página web de Transparencia de la Junta de Castilla y León sobre situación epidemiológica.