El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha subrayado que la vacunación de los docentes del Covid-19 podría "agilizarse" y "ser más efectiva" si todos los centros educativos contasen ya con una enfermera para encargarse de su administración en el mismo entorno en el que desarrollan su labor.
Tras conocerse que los 760.000 profesores que trabajan en los más de 34.000 centros educativos existentes en nuestro país se han incluido en el grupo de trabajadores esenciales a los que se irá administrando la vacuna de AstraZeneca, el Sindicato incide en que "la implantación generalizada de la enfermera escolar, como demandan los padres y madres y el personal docente, conlleva, entre otros beneficios, que pueda encargarse también de la administración de la vacuna del COVID-19 en el propio colegio o instituto".
De esta forma, apunta SATSE, se evitarían desplazamientos del personal docente a los centros de salud con los consiguientes inconvenientes y perjuicios para ellas y ellos al tener que acudir a un entorno, como es el sanitario, "donde existen más posibilidades de contagio del coronavirus, y también para el alumnado que puede llegar a perder horas lectivas por este motivo".
"Volvemos a desaprovechar una gran oportunidad de dar una respuesta ágil y eficaz a necesidades sanitarias, como es ahora el caso de la vacunación del COVID-19, por la cerrazón de gran parte de las administraciones autonómicas a destinar los recursos necesarios, y que no resultan costosos, para contar con una enfermera o enfermero en cada centro educativo", añaden desde la organización sindical.
SATSE lamenta que, salvo contadas excepciones, como sucede en Andalucía, Canarias o Madrid y tampoco de manera generalizada, "la implantación de la enfermera escolar es una gran asignatura pendiente de las consejerías de Sanidad y Educación de las diferentes comunidades autónomas que, año tras año, siguen sin hacer caso al conjunto de padres, madres y comunidad educativa que consideran muy necesaria y positiva esta figura".
Finalmente, la organización sindical destaca la multitud de beneficios que se conseguirían contando con una enfermera en un colegio e instituto, como el de agilizar ahora la vacunación del personal docente, superan con creces el insignificante coste económico que conlleva y que es de en torno a 16-20 euros al año por habitante.