Las consecuencias de la pandemia provocada por el coronavirus y su repercusión en las patologías no COVID-19 se traducen en el retraso de más de 28.700 intervenciones quirúrgicas en el último año en los hospitales de Sacyl, cuando la derivación a la sanidad privada se cerró con 1.351 cirugías, con datos cerrados a 1 de noviembre. Esta última cifra contrasta con los conciertos de el ejercicio anterior, cuando sumaron 3.839, según figura en una contestación de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, a varias preguntas escritas del Grupo Socialista.
Todo, en un año en el que la demora media para una intervención quirúrgica en Castilla y León pasó de 94 días en diciembre de 2019 a 152 días en diciembre de 2020, por las circunstancias sobrevenidas por el COVID-19 y la presión asistencial de los 14 hospitales y de sus unidades de críticos que en la primera ola se volcaron con estos pacientes, para dar luego cabida al resto de patologías.
Todos los hospitales tuvieron que retrasar cirugías, en mayor medida los de referencia y mayor envergadura o los que se convirtieron en hospitales COVID, aunque en el caso del Complejo Asistencial de Ávila la cifra se disparó hasta las 2.298.
Los dos centros con más operaciones programadas que se tuvieron que retrasar fueron el Complejo Asistencial Universitario de León, con 4.687, y el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, con 4.060. Les siguió, con 3.758, el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.
Por encima de la barrera de los 2.000 se encontraron, además del Hospital de Ávila, el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, con 2.616; el Complejo Asistencial de Segovia, con 2.391, y el Complejo Asistencial Universitario de Palencia, con 2.357.
Mientras sumaron 1.852 en el Hospital Universitario de Burgos; 1.412 en el Complejo Asistencial de Zamora; 1.144 en el Complejo Asistencial de Soria y 1.088 en el Hospital El Bierzo. Los hospitales comarcales arrojaron las cifras más bajas, con 69 cirugías retrasadas en el Hospital Santiago Apóstol; 304 en Hospital Santos Reyes de Arenada de Duero, y 723 en el Hospital de Medina del Campo.
Derivaciones
Por lo que respecta a las derivaciones a hospitales privados, con una caída considerable sobre 2019 de más de la mitad, el Hospital de El Bierzo fue el más activo, con 517, por debajo de las 894 del ejercicio anterior. El de Salamanca, que las redujo a una tercera parte, sumó 302, frente a las 930 de 2019; al igual que el Clínico Universitario de Valladolid, que pasaron de 683 a 231. El de Zamora, también contrajo de manera importante sus conciertos, al evolucionar de 388 a 152.
El Complejo Asistencial de Burgos sólo derivó a un paciente, cuando en 2018 sumó 1.049, aunque en este caos no se incluyen las intervenciones quirúrgicas realizadas dentro del convenio con la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, dada la vinculación a la red asistencial sanitaria de uso público. Además, no se recoge ningún concierto en 2019 en la respuesta. Lo mismo ocurrió con el de León, con una derivación, del que no aparecen cifras para 2019 y en 2018 fueron 590.
Por su parte, el Río Hortega derivó a 94 pacientes, frente a los 459 de hace un año; el de Ávila derivó 50 intervenciones, frente a 115; Segovia tres, frente a 51.
En el documento no aparece ninguna derivación en el Complejo Asistencial de Palencia, cuando en 2019 fueron 261; como tampoco en el de Soria, frente a las 58 de hace un año; ni en los tres hospitales comarcales.
Lista de espera global
La lista de espera global para ser intervenido quirúrgicamente en los hospitales de Sacyl se situó al cierre de 2020 en 36.086 pacientes, un dos por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 35.314. Si la referencia es el número de pacientes en esperaestructural, cuya espera es atribuible al sistema, pasó de 29.263 a 30.322, un 3,6 por ciento más.
Entre los más de 36.000 pacientes que están pendientes de pasar por el quirófano, se encuentran los 2.757 enfermos transitoriamente no programables, es decir que tienen que esperar por indicación médica, y los 3.007 en espera tras rechazo de un centro alternativo al público.
No obstante, el 93,4 por ciento de los pacientes en prioridad 1, es decir, los casos más urgentes, esperaron menos de 30 días tras su indicación, mientras que un 57 por ciento de los de prioridad 2 (demora menor a 90 días) estuvo en su rango de espera, y en los más leves -prioridad 3, menos de 180 días- el 68,3 por ciento se mantuvo dentro del plazo establecido.