La Consejería de Sanidad ha optado por frenar los cribados masivos poblacionales con antígenos de segunda generación para detectar el COVID-19, ya que la disminución de la incidencia reduce esta necesidades.
Así lo explicó la consejera de Sanidad, Verónica Casado, ante la Comisión de Sanidad de las Cortes, donde precisó que esto no quita para que su departamento siga vigilando a diario todas las zonas básicas de salud por si hubiera incrementos repentinos de casos que precisaran volver con esta estrategia.
No obstante, Casado indicó que Sanidad continúa colaborando con CEOE Castilla y León para realizar cribados en empresas. De hecho, en las dos últimas semanas se realizaron cribados en empresas de Ávila, León, Salamanca, Zamora y Valladolid, con más de 7.500 test.
La consejera destacó la importancia que han tenido los cribados para combatir al virus, que han permitido frenar los contagios y, por ende, reducir las hospitalizaciones, como se pudo observar en ciudades como León, Ávila, Zamora y Salamanca.