Una cifra elevada si se tiene en cuenta que faltan tres meses para cerrar el balance del año 2020, según CSIF, y que los profesionales “están tan cansados y saturados que ni siquiera realizan el trámite necesario para comunicar la agresión”. Este sindicato asegura “que hay muchos más profesionales agredidos, pero no han denunciado”. Además, la propia Consejería de Sanidad reconoce que los servicios de prevención están desbordados, por lo que hay comunicaciones pendientes de registrar. Por ello, CSIF asegura que los datos que hay a día de hoy “no están actualizados, y que la realidad es mucho más preocupante todavía”.
Los aplausos generalizados y los reconocimientos al personal sanitario, que destacaron durante la primera ola de la pandemia, “en ocasiones, se ido transformando en agresiones hacia estos profesionales, por parte de usuarios descontentos con la atención prestada, especialmente en los hospitales. En Castilla y León, el 57% de las agresiones que se producen en los centros sanitarios públicos tienen lugar en centros hospitalarios, la mayor parte de ellas en Psiquiatría”.
En el colectivo de Sacyl, el 88% de las agresiones se han ejercido sobre sanitarios. Destacan por su alta incidencia las agresiones a las enfermeras (41% de las agresiones totales). Valladolid se coloca a la cabeza de estas agresiones en Castilla y León, con 68 registradas en el Área de Salud Valladolid-Este y 45 en el Área de Salud Valladolid-Oeste, 113 en total. En Ávila, las agresiones son 22, en Burgos 48, en el área de salud de León 33, en el área de El Bierzo 17, en Palencia 7, en Salamanca 25, en Segovia 33, en Soria 9, en Zamora 22.
Los empleados de Sacyl “nos comunican situaciones de malos modos, insultos (la mayor parte de las agresiones fueron psicológicas). Algunos trabajadores avisan del creciente trato degradante que reciben en las consultas telefónicas, una modalidad que denominamos ‘teleagresión’. Todo ello requiere nuevas medidas. Reivindicamos más protección ante la conflictividad y tolerancia cero frente a esta lacra”, remarca CSIF.
Este sindicato considera necesario analizar el perfil del agresor, a fin de llevar a cabo acciones preventivas más eficaces. Pide campañas de concienciación entre la ciudadanía y entre los propios profesionales, para que comuniquen las agresiones. Asimismo, se requiere la actualización de los Planes frente a las Agresiones a los Profesionales, facilitando el trámite administrativo que debe hacer el profesional que comunica la agresión; con el endurecimiento de las sanciones para los agresores, tanto administrativas, como penales; y con el respaldo jurídico y apoyo psicológico a los profesionales que sufren agresiones.