La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha calificado de "muy buena" la situación actual en las residencias de Castilla y León porque se puede considerar que estos centros están "limpios" de COVID-19, aunque se deba mantener la precaución hasta que el fin de la pandemia o se alcance la inmunidad de rebaño.
Blanco, durante la presentación de una estrategia dirigida a la población gitana de la Comunidad, ha concretado que actualmente sólo hay cuatro brotes en residencias --que ha recordado que para su declaración sólo es necesario un caso-- con seis personas contagiadas, bien residentes o trabajadores, todos ellos con síntomas muy leves o asintómaticos e incluso en algunos casos que son personas que han retornado del hospital con la enfermedad y se encuentran en aislamiento.
La titular de Familia e Igualdad de Oportunidades ha añadido que los centros van retomando la normalidad diariamente, con la ampliación de horarios de visita y flexibilización de medidas para aspectos como las salidas.
"Poco a poco se va recuperando la normalidad", ha insistido la consejera, quien ha apuntado que se llevan muchas semanas sin fallecidos en residencias, aunque pueda haber alguno porque lleva tiempo ingresado en el hospital, pese a lo cual la situación en los centros se ha "normalizado".
Aún así, ha advertido de que ello no es óbice para que se pueda incrementar la seguridad y se sigan manteniendo las medidas de precaución, dado que lo residentes y trabajadores están vacunados, pero no las visitas, hasta el final de la pandemia y que se logre la inmunidad de rebaño.
Precisamente en cuanto a la vacunación de los profesionales, la consejera ha recordado que alrededor de un 7,5 por ciento de en torno a 30.000 trabajadores de estos centros no se han vacunado por diferentes motivos.