La Consejería de Sanidad ha retomado la vacunación con AstraZeneca a las personas de menos de 65 años (inclusive), tras una paralización exprés, a la espera de las valoraciones de la Agencia Europea del Medicamento sobre los efectos adversos de la misma en la población inmunizada. Una decisión que apenas duraba 24 horas, que era desautorizada por el propio Gobierno de España y que ha indignado y desorientado a miles de personas que ayer tenían cita para recibir su primera dosis en todo el territorio de la Comunidad.
Una decisión por la que tanto la consejera de Sanidad, Verónica Casado, como el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea han querido pedir disculpas "por las molestias ocasionadas", y que han vuelto a justificar que se tomaba por "prudencia" a la espera de las valoraciones de la EMA. Un movimiento que, para Igea "debió hacer" el Ministerio de Sanidad hasta conocer dicho informe y luego retomar o no, tras el Consejo de Ministros en la Unión Europea y la celebración del propio Consejo Interterritorial.
Pero una vez retomada la vacunación y aclaradas las dudas sobre la peligrosidad de la vacuna británica, la Junta asegura que se recuperará el tiempo perdido de inmediato, y defiende la seguridad sanitaria de AstraZeneca. De hecho, próximamente la propia consejera de Sanidad, nacida en 1959, será llamada a recibir su primera dosis, y ha asegurado que "pondrá su brazo" y se inmunizará con la vacuna británica, "de la que me fío mucho", añadía.