Si el pasado 1 de junio la Junta informaba de que los servicios epidemiológicos de Castilla y León habían declarado dos casos de la variante india del COVID en Valladolid, o también conocida como variante Delta, dos semanas más tarde la consejera de Sanidad asegura que "no hay ningún caso nuevo", y que el doble caso detectado de la temida cepa asiática está "muy estabilizado, muy controlado, y los pacientes están mejor".
La preocupación mundial por la proliferación de contagios de la variante india ha llevado a comunidades autónomas como Madrid a plantearse adelantar la vacunación de personas mayores de 50 años, para atajar su avance y el agravamiento de la enfermedad en este grupo de edad aún de riesgo de complicaciones graves.
Casado insiste, por ello, en la necesidad de avanzar en la vacunación a personas más jóvenes, siguiente la estrategia nacional ya establecida, ir cumpliendo las diferentes etapas y además vigilar los efectos secundarios que provocan las vacunas.
Junto a la cepa india, a primeros de junio la Junta detectaba también un caso de variante sudafricana y tres de la brasileña en Ponferrada (León); y ootros dos casos de dos variantes, del linaje B.1 en Zamora, y del linaje B.1.575 en Ávila, distintas a todas las demás.
Todos ellos son casos "seguidos muy puntualmente" por los servicios epidemiológicos de la Junta. Asimsimo, los pacientes ya están recuperados de la enfermedad, aseguraba.
Casado insistía entonces en la efectividad de las medidas de protección, especialmente de la mascarilla, "sobre todo de cara a estas variantes que están circulando por toda España". En Castilla y León la predominante es la británica, con un 96,7% de los casos.