La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha detallado hoy la normativa que entra en vigor a partir del sábado, 26 de junio, y que exime del uso de la mascarilla en espacios al aire libre siempre y cuando se mantenga la distancia de 1,5 metros de distancia entre personas no convivientes.
En eventos multitudinarios al aire libre será obligatoria si los asistentes permanecen de pie, y también cuando haya aglomeración de personas. Si están sentadas sólo podrán quitarse la mascarilla si mantienen la distancia pautada.
En los espacios interiores la mascarilla seguirá siendo obligatoria, así como en medios de transporte públicos, "incluso en andenes de de estaciones de tren en el exterior".
Sin embargo, y según ha detallado la consejera de Sanidad, hay determinados espacios interiores donde no será obligatorio el uso de mascarilla: en residencias de mayores, siempre y cuando estén vacunados el 80% o más de los residentes con pauta completa. Sí será obligatoria para las visitas y los trabajadores.
Estarán exentos también de llevar la mascarilla colectivos de trabajadores esenciales que también estén vacunados en un 80%.
Verónica Casado ha subrayado sobre la medida de retirar la mascarilla en exteriores y el anuncio hecho por Sánchez la pasada semana que "en el fondo podemos estar de acuerdo, pero no con la forma, porque fue trabajado por la ponencia de alertas y el normal funcionamiento sería que pasara a la comisión de salud pública y de ahí a la interterritorial de Salud, y no se hizo".
En este sentido, señala que algunas CCAA consideran que la decisión es "precoz", porque no se ha alcanzado el 50% de la población vacunada, y que algunas de ellas, como es el caso de Castilla y León, solicitó que las CCAA pudieran modular la relajación de las mascarillas, especialmente en los municipios en los que se detectara alta incidencia. El Gobierno ha rechazado hace unos minutos permitir a las autonomías modular esta norma.
"Seguiremos recomendando la mascarilla, no nos parece adecuado que nos saltemos el semáforo y las medidas que tenían que ser concordantes, mientras no haya situación de normalidad tenemos que ser cautos", explica la consejera, quien considera que hasta llegar al 50% de la población con dos dosis administradas "si no la podemos hacer obligatoria, seguiremos recomendando su uso". El vicepresidente, Francisco Igea, recomienda, igualmente aglomeraciones, y critica que se dicte una norma homogénea y que no se pueda modular de acuerdo a la incidencia.