Más de la mitad de los ingresos hospitalarios que se están registrando en Castilla y León corresponde a menores de 50 años, la mayoría "población no inmunizada", según ha detallado hoy el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien ha justificado que esta circustancia ha llevado hoy al gobierno regional a adoptar medidas especiales dirigidas específicamente a los sectores de población "donde entendemos que se concentra la infección, el aumento espectacular de la incidencia, de 12 y 15 años a 29, donde la incidencia está completamente disparada".

"Afortunadamente" las tasas de letalidad y de enfermedad grave son muy bajas, "pero insisto, no son cero, hay enfermos jóvenes ingresados en nuestras UCIS. Hay que ser responsable, nos queda muy poco, si nos llegan dosis suficientes, para acabar la campaña de vacunación. Y mientras se puede producir un estallido que puede llevar a un coste en vidas. Por tanto exigimos a todos los actores que extrememos el rigor en el cumplimiento de las normas".

Entre los últimos ingresos hay pacientes con edades de 27, 29, 37, 43 y 89, entre otros, y en urgencias 9 menores de 50 años.



Precisamente, "por esta razón" la Junta y la ponencia de alertas propusieron ayer en el Consejo Interterritorial de Salud medidas que "sustancialmente eran las mismas que las de la ponencia, que son técnicos del Ministerio" -como el toque de queda para evitar la circulación de personas jóvenes a partir de las 01.00 horas, mascarillas y vacunas-. "Nuevamente el gobierno ha decidido salirse de la ecuación y renunciar a sus responsabilidades, lo que está situando a España en una difícil situación a los ojos de Europa y de los actores internacionales que no terminan de entender esta política de elusión de responsabilidades", ha denunciado Igea.



"Nosotros no vamos a eludir nuestra responsabilidad", y ha anunciado una nueva batería de restricciones para el ocio nocturno que entrará en vigor el sábado.

Y ha pedido al gobierno que sea "consciente del terrible daño que se está haciendo a nuestra nación con esta estrategia de elusión permanente de responsabilidades. No puede ser que el presidente salga solo a anunciar el fin de las mascarillas y la vuelta de las sonrisas. Es una irresponsabilidad política que va a acabar pagando duramente".