El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha reclamado al conjunto de administraciones públicas que se realicen estudios serológicos a los profesionales sanitarios con el objetivo de comprobar sus niveles de anticuerpos y valorar si resultase necesaria la inoculación de una tercera dosis de la vacuna de cara a evitar nuevos contagios.
Ante el aumento de los contagios entre el personal sanitario, SATSE considera absolutamente necesario que se refuercen y mejoren las medidas de protección existentes y se adopten otras nuevas que garanticen la salud y seguridad de las enfermeras, enfermeros, fisioterapeutas y el conjunto de profesionales que siguen trabajando sin descanso en la lucha contra el Covid-19.
En este sentido, la organización sindical demanda que se analice el grado de inmunidad que tiene el conjunto del personal sanitario, recordando que estos profesionales fueron los primeros en recibir la vacuna contra el coronavirus, y que se valore la posibilidad de administrar una tercera vacuna. Al respecto, apunta que existen ya estudios que indican que una tercera dosis del antígeno produce niveles de anticuerpos contra la variante Delta entre 5 y 11 veces más en comparación con la segunda dosis.
De manera paralela, el Sindicato de Enfermería exige que se garanticen entornos laborales seguros para los profesionales sanitarios y, para ello, hay que asegurar que se cumplen todas las medidas de prevención necesarias. En este sentido, denuncia que aún existen problemas de falta de espacio y ventilación en los centros sanitarios y sociosanitarios.
Un claro ejemplo, añade, son los vestuarios de los profesionales sanitarios que, en muchos casos, no reúnen las condiciones de ventilación y distancias necesarias para garantizar su salud y seguridad. “No se debe bajar la guardia en ningún momento a la hora de proteger a unos profesionales que están en permanente contacto con personas ya diagnosticadas de Covid-19 o que son sospechosas de padecer la enfermedad”, recalca.
Asimismo, desde la organización sindical se incide en el hecho de que los contagios por Covid-19 conllevan que las ya de por sí muy deficientes plantillas de enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas se reduzcan aún más con las consiguientes consecuencias negativas en la atención y cuidados que deben prestarse al conjunto de e la ciudadanía.
Una bajas laborales que son especialmente graves en los actuales momentos en los que las sustituciones de plantillas por el verano se han limitado al 30-40 por ciento, y que los profesionales sanitarios se encuentran gravemente cansados y exhaustos física y emocionalmente después de cerca de dos años de lucha sin descanso contra la pandemia.
Por último, el Sindicato de Enfermería insiste en la necesidad de que las bajas laborales por coronavirus se consideren de manera directa enfermedad profesional, tal y como recomendó la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), porque, de esta forma, se garantiza una mayor protección y seguridad de los profesionales sanitarios, sobre todo en el caso de que haya secuelas futuras.
La organización sindical recuerda que, en estos momentos, se requiere aún que los servicios de riesgos laborales correspondientes dictaminen en cada caso si el contagio de un sanitario de la Covid-19 ha ocurrido durante el ejercicio de su profesión, lo que supone un claro perjuicio para estos profesionales. Por ello, SATSE se está viendo obligado a recurrir a la vía judicial para acabar con esta lamentable situación, obteniendo hasta el momento un notable éxito al compartir los tribunales sus argumentos y dar la razón a la organización sindical.