R. Travesí / ICAL
La pandemia del COVID-19 ha impulsado la contratación de más de 22.000 seguros privados de salud en Castilla y León a lo largo de 2020, por lo que el año pasado cerró con un total de 431.152 asegurados en la Comunidad. Un número que es un 5,5 por ciento más con respecto a 2019 y un 17,7 por encima de los contabilizados en 2011. Y es que la crisis sanitaria generada por el coronavirus ha aumentado la percepción del riesgo de los ciudadanos, que han decidido contar con una asistencia sanitaria con apenas lista espera.
Tras el aumento de las pólizas de seguros de salud el año pasado, la proporción de la población con seguro médico en Castilla y León es del 18 por ciento frente al 14 por ciento en 2011. En todo caso, sigue cinco puntos por debajo que la media nacional (23,3 por ciento). Madrid y Cataluña encabezan esta estadística, con un 36,6 y un 31,8 por ciento, respectivamente, seguidas de País Vasco (21,7 por ciento), Aragón (21,4 por ciento) y Andalucía (20,6 por ciento). En todo caso, el peso de las pólizas de asistencia sanitaria en a Comunidad está por delante de territorios como Valencia (17,3 por ciento), La Rioja (17 por ciento), Galicia y Asturias (16 por ciento, en cada caso), Extremadura (14,4 por ciento) y Cantabria (7,7 por ciento).
La Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) asegura que el COVID-19 se ha convertido en una “motivación” para adquirir nuevos seguros, en especial los de salud. Un aumento de la demanda que, según la patronal, puede implicar una “sofisticación” de la oferta por parte de las compañía. “Hay que dar la certeza al cliente de que va a estar protegido en todo momento, ámbito o situación, haciéndolo a través de propuestas cada vez más accesibles y sofisticadas que incluyan más coberturas 360 grados, rapidez y servicios ilimitados”, precisa. Y concluye esta explicación con una frase que resume el cambio profundo que ha generado la pandemia en la sociedad: “Ahora más que nunca es necesario tener un seguro de salud, viendo todo lo que ha pasado es una necesidad”.
El COVID ha venido a consolidar los seguros privados de salud, puesto que eran productos ya demandados por los castellanos y leoneses. No en vano, las personas con este tipo de coberturas no ha parado de crecer en la Comunidad en los últimos años. Según los datos de Unespa consultados por la Agencia Ical, de los 366.186 contabilizados en 2011 se pasó a los 372.240 en 2012, aunque la cifra bajó en los ejercicios posteriores con el recrudecimiento de la crisis económica. El año 2013 cerró con 363.517 y 2014, con 359.798. Posteriormente, repuntó con crecimientos progresivos como en 2015 (368.757), 2016 (377.904), 2017 (390.82) y 2018 (398.970). En 2019, se logró superar la barrera de los 400.000, con 408.501, hasta llegar a los más de 431.000 registrados a finales del año pasado.
Es decir, el número de seguros privados de salud ha aumentado en 65.000 en menos de una década, lo que demuestra el posicionamiento de la sanidad privada, con cada vez más personas que cuentan con una póliza de este tipo, ya sea como un complemento al sistema público de salud o bien para mejorar la cobertura de determinadas especialidades, pero también para saltarse una lista de espera quirúrgica que se incrementó con motivo de la pandemia y el cese de la actividad programada en los hospitales ante la obligación de priorizar la atención de los enfermos del COVID.
Lista de espera en lo público
La demora media para una intervención quirúrgica en Castilla y León pasó de 94 días en diciembre de 2019 a 152 días en diciembre de 2020. La lista de espera global para ser intervenido quirúrgicamente en los hospitales de Sacyl se situó al cierre de 2020 en 36.086 pacientes, un dos por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 35.314. Si la referencia era el número de pacientes en espera estructural pasó de 29.263 a 30.322, un 3,6 por ciento más.
Entre los más de 36.000 pacientes que estaban pendientes de pasar por el quirófano, se encontraban los 2.757 enfermos transitoriamente no programables y los 3.007 en espera tras rechazar un centro alternativo al hospital público. Eso sí, la suspensión de una gran parte de las consultas motivó que el número no fuera mucho mayor, como cabía esperara, ya que los pacientes que no habían sido citados por los especialistas no podían saber si requerían de una operación o no.
El sector subraya que los seguros de vida se han convertido en un producto “asequible” para la mayor parte de los ciudadanos, además de destacar su gran capacidad de personalización y la posibilidad de acceder a un médico de cualquier especialidad sin apenas esperas. “Las diferentes modalidades del seguro de salud muestran, por lo general, una tendencia al incremento de su presencia en la sociedad, lo cual quiere decir que crecen más deprisa que la propia población”, añade la patronal de las aseguradoras. Hasta que el punto que, en el conjunto de España, el seguro de salud alcanza a uno de cada cinco ciudadanos, ya sea a través de contratos de particulares o de colectivos. Además, Unespa subraya que cada vez más empresas ofrecen este tipo de seguro como un beneficio social para sus trabajadores.
Además, todo parece indicar que la pujanza de este tipo de producto ha venido para quedarse tras comprobar que los seguros de asistencia sanitaria continuaron con su buena evolución en el primer semestre de 2021 a nivel nacional. Y es que sus ingresos han aumentado un cinco por ciento, en comparación con el mismo periodo de 2020, y un 10,5 por ciento en comparación con 2019.
Los más de 431.000 asegurados en Castila y León disfrutan de las coberturas propias del seguro médico, lo que les garantiza servicios des salud y tratamientos a través de cuadros médicos cerrados –que son la gran mayoría- o de libre elección, lo que implica un reembolso de los gastos causados por optar un profesional concreto. Aquí no estarían incluidos los beneficiarios del llamado ramo de enfermedad o de subsidios, que reciben una indemnización diaria cuando el asegurado está enfermo u hospitalizado. Un producto que solicitan, básicamente, los trabajadores por cuenta propia que tienen una necesidad objetiva de cubrir el riesgo incluido en la póliza.
Provincias
La provincia de Valladolid cuenta con el mayor número de clientes con seguros de salud, con 99.038, seguido de León (71.693), Salamanca (69.894) y Burgos (60.366). Pese a ello y según Ical, territorios como Ávila experimentó el mayor aumento porcentual entre los años 2020 y 2019, con un 9,8 por ciento, hasta los 38.479 asegurados. Soria registró el segundo incremento, con un 8,4 por ciento (13.368), seguido del 6,5 por ciento de Valladolid, y el 5,7 por ciento de León-.
Por debajo dela media autonómica, se situaron Burgos (5,3 por ciento), Zamora (5,2 por ciento, hasta 22.423), Segovia (4,7 por ciento y 33.225), Salamanca (3,1 por ciento) y Palencia (2,6 por ciento, hasta los 22.666 clientes).
El seguro privado de salud más extendido en España, con más de 11 millones de asegurados, es el de la prestación de servicios, en concreto el de asistencia que contempla un cuadro médico un conjunto de servicios cerrado, del que normalmente el beneficiario hace uso sin más pago que la prima.
En cuanto a la distribución de asegurados con una póliza de salud en España, destaca la preponderancia de las edades medianas. La mayor cartera de clientes se registra en el tramo entre los 41 y los 50 años, que suponen el 21 por ciento del total, seguido de los de entre 31 y 40 años (16,5 por ciento). Por lo tanto, los comprendidos entre los 31 y 50 años suponen casi uno de cada cuatro asegurados.