Castilla y León abandona el Nivel 1 de alerta sanitaria por COVID y entrará, a partir del próximo martes, en la denominada 'Situación de riesgo controlado' o nueva normalidad. Así lo ha comunicado este mediodía el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
La medida viene motivada por la buena evolución epidemiológica en la Comunidad Autónoma, que se sitúa en el puesto 17 en incidencia acumulada, tanto a 7 como a 14 días, de casos de COVID por 100.000 habitantes. "Todas las demás CCAA tienen incidencia más alta que la nuestra".
Así, con la entrada en vigor de la situación de 'Riesgo controlado', se mantienen las medidas de la legislación nacionales, tales como el uso obligatorio de la mascarilla y el metro y medio de distancia de seguridad, pero la Junta elimina la restricción de aforos en todos los establecimientos públicos.
La Junta ha decidido denominar a esta situación de nueva normalidad como de riesgo controlado porque "el riesgo no ha desaparecido, pero está razonablemente controlado". Sin embargo, el vicepresidente ha aclarado que el término de "nueva normalidad" no refleja exactamente la situación porque "pudiera hacer pensar que no hay riesgo y lo hay pero controlado" por las medidas y la vacunación, por ello "no es una situación de riesgo 0", añadió.
El portavoz confía en un "escenario de vida progresivamente normal", en el que se mantienen los protocolos diseñados para las residencias de mayores y en los centros educativos. Igea considera que se trata de una "excelente noticia", puesto que estamos "más cerca" de emprender una vida normal y una actividad económica "completamente normal" en los próximos días y semanas.
No obstante, se revaluarán los niveles del semáforo por si hubiera cambios en la incidencia acumulada y en los indicadores, aunque la situación actual "no tiene nada que ver con la gravedad", manifestó.
El martes, a partir de las 00.00 horas
Este nuevo contexto en lo referido a la contención de la COVID-19 entrará en vigor a partir de las 00 h. del próximo martes, 21 de septiembre, tras la oportuna publicación en el Bocyl del correspondiente texto normativo.
De esta forma decaerá entonces el actual nivel 1 vigente desde mediados del mes de julio, con lo que se pone fin a las limitaciones sectoriales referidas a aforos y horarios, manteniéndose, eso sí, las recomendaciones y obligaciones generales para la prevención de la pandemia: uso obligatorio de la mascarilla en espacios cerrados de uso público y en abiertos cuando no sea posible mantener el metro y medio de distancia social de seguridad, ventilación de espacios y lavado frecuente de manos; continuidad en las medidas generales de higiene y prevención aplicables a todos los establecimientos, locales de negocio, instalaciones y espacios de uso público y actividades de carácter público; y para el control de aforo y entrada, salida, circulación y presencia de público espectador o asistencia en establecimientos, con el fin de evitar aglomeraciones y asegurar el cumplimiento de la obligación de mantener la distancia de 1,5 m de seguridad interpersonal (siendo, en todo caso la referencia normativa concreta el Acuerdo 46/2021, de 6 de mayo y su anexo).
La entrada de este acuerdo hoy aprobado no lleva aparejada la derogación de las ‘Medidas para los eventos deportivos multitudinarios, incluidos los de la Liga de Fútbol Profesional y la Liga ACB de Baloncesto’, aprobadas para el conjunto del Sistema Nacional de Salud y cuya vigencia está definida en su propio articulado hasta el próximo 30 de septiembre.
La vigencia de esta situación de riesgo controlado en Castilla y León se establece desde su fecha de entrada en vigor, el próximo 21 de septiembre y hasta que finalice la actual crisis sanitaria en el territorio nacional, salvo que la evolución de los indicadores de riesgo nuevamente exija la declaración de alguno de los niveles de alerta sanitaria pandémica establecidos por el Acuerdo 46/2021, de 6 de mayo, de la Junta de Castilla y León, por el que se actualizan los niveles de alerta sanitaria y el Plan de medidas de prevención y control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.