Un nuevo caso de supuesta negligencia médica en Castilla y León, concretamente en Zamora. El Defensor del Paciente ha pedido a la fiscal de Zamora, María Ángeles Cordero Borges, que realice una investigación de oficio por la muerte de varios pacientes por “presunta negligencia” en el hospital zamorano de Virgen de la Concha, donde también se denuncia "la suciedad" que existe.
La gota que ha colmado el vaso es el caso de Trinidad M. T., una zamorana de 80 años que ha fallecido después de una serie de fatales circunstancias que han provocado que una “sencilla” operación por una fractura de cadera haya acabado, según su hija Montserrat, “con mi madre sedada y falleciendo esta misma madrugada”.
Trinidad ingresó el pasado 26 de octubre en el Hospital Virgen de la Concha perteneciente a la sanidad pública de Castilla y León para someterse a una operación tras una fractura de cadera. Y así es cómo relata su hija los hechos: “Tardaron once días en operarla, era la primera vez que mi madre estaba hospitalizada desde hace 47 años, cuando dio a luz a mi hermana. Su estado de salud era muy bueno como lo justifican los chequeos que pasaba periódicamente. La operación, según nos comentarios los médicos, salió perfecta, la levantaron dos días después, pero al tercero dejó de hablar y estuvo con muchas flemas en el pecho. Desde ese día mi madre permaneció en la cama hasta el momento en el que fue sesada”. Su hija recuerda que en su primer día tuvo “desorientación” pero porque nunca había estado ingresada, “lo que se llama desorientación hospitalaria”, señala.
Como es lógico durante los días previos a la sedación, la familia ha reclamado una justificación a los médicos, quienes ahora “se pasan unos a otros la pelota”, critica Monserrat. “Al principio nos dijeron que podría ser una neumonía en las vías respiratorias por culpa de un virus en el quirófano, luego me han llegado a decir que se trataba de problemas de coagulación, cuando las analíticas previas eran correctas”. Además denuncia que le han comentado que no han encontrado un cultivo que hicieron a su madre hace dos días, por lo que reclama justicia porque “aquí nadie dice nada” y para que esto “no vuelve a pasar a nadie más”.
"Mi madre no tenía ni una arruga"
García añade también que el servicio médico de SACYL se escuda en el 30% de posibles fallecimientos que ocurre tras las operaciones de cadera, “pero cuando hay patologías previas, porque mi madre estaba perfecta, ni una arruga tenía”, exclama la zamorana a este periódico. Lo más llamativo es que según comenta el caso de su madre no es el primero que ocurre en el hospital zamorano, “tenemos constancia de que en los últimos meses han fallecido tres pacientes en esa planta y con circunstancias parecidas”.
La situación terminal de Trinidad no es lo único que su desconsolada hija denuncia, también lo hace con el estado “lamentable” de la habitación con sillones rotos, suciedad en la ventana y sin para sujetar el papel higiénico. Incluso se ha tenido que llevar las mantas de casa porque por las noches “quitan la calefacción”.
Y desgraciadamente, una posible negligencia rompe a una familia donde el esposo de Trinidad acaba de ser operado de un problema del corazón.
Además de denunciarlo ante el Defensor del Paciente, la intención de la familia es llegar hasta el final en este caso judicialmente. La propia Montserrat ha escrito tres correos electrónicos a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, incluso ha hablado con su secretario, pero de momento sigue “esperando respuesta”.
"Un horror y algo incomprensible"
Por su parte, en palabras de Carmen Flores, presidenta de El Defensor del Paciente se trata de un caso que es un “horror y algo incomprensible”, y en un lugar “insalubre”. “Esta situación ni puede ni debe continuar, es inasumible e indecente y su investigación e intervención puede salvar vidas” algo que ya denunció este pasado fin de semana en una entrevista en exclusiva con El Español Noticias Castilla y León.
Por este motivo, ha solicitado la intervención por parte de la Fiscalía de Zamora ya que “la pandemia no debe ser la excusa, para el abandono de los demás ciudadanos que necesitan una asistencia digna eficaz y limpia”.