Desde 1974, el 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería, con el objetivo de ofrecer un merecido homenaje a todos los enfermeros y enfermeras, así como rendir tributo a Florence Nightingale, nacida este mismo día de hace 202 años.
La que hoy es considerada la fundadora de la enfermería moderna, luchó contra viento y marea para llegar a ejercer la profesión. Gracias a aquella abnegada enfermera primigenia, hoy tenemos profesionales que, como ella, promulgan los beneficios de su labor profesional de un modo vehemente y esclarecedor, y que del mismo modo ejercen y defienden la profesión.
Es el caso de Jenifer Marcos. Para ella la enfermería es ante todo “una ciencia que abarca multitud de ámbitos, en la que los profesionales trabajamos de forma autónoma e independiente, pero a la vez formando parte de un equipo multidisciplinar y siempre trabajando en conjunción con el resto de profesionales que nos rodean”.
Pero sobre todo, lo que es la enfermería para ella es toda su vida: “yo me considero enfermera hasta la médula, es una parte fundamental de mi vida porque además la ejerzo con mucha pasión. Me gusta mucho y disfruto muchísimo de mi trabajo”.
La vocación de compromiso con el paciente estaba clara para Jenifer, si bien el que se decantase por la neumología fue casi una sorpresa hasta para ella. Después de especializarse en enfermería de empresa, luego en enfermería geriátrica, y encadenar contratos de días, semanas o meses, ya casi tenía las maletas hechas para irse a Holanda cuando Sacyl llamó a su puerta con una propuesta un poco más interesante que lo que había disfrutado hasta la fecha. Decidió darse otra oportunidad y de ese modo se la puede ver desde 2014 en las consultas de Neumología del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles en Ávila, y desde 2020 como responsable de la Unidad.
El problema de la interinidad y la temporalidad
Pero la plaza que Jenifer ocupa es una vacante. “En la pasada oposición en 2019, yo me quedé a muy poquitas décimas de coger plaza, sigo esperando que vuelva a salir convocatoria de oposición y en cuanto salga iré a por ella muerte”. La realidad de los enfermeros y enfermeras en Castilla y León es que gran parte de ellos trabajan con contratos temporales o de interinidad. Marcos se lamenta: “Sacyl es muy poco serio en esto de las convocatorias, deberían sacarlas con mucha más frecuencia porque esta forma de trabajo crea mucha incertidumbre y debilita el sistema”.
Pero para Jenifer, la solución no es fácil: “por un lado, es necesario atajar el tema de la temporalidad, ofreciendo contratos de una duración un poco más larga, lo más largo que las circunstancias permitan, y por otro lado fidelizar y afianzar a todos los interinos que tenemos”. Y añade: “es que es brutal la cantidad de interinos que somos, de hecho, Europa llamó la atención al Sistema Nacional de Salud y a todo el funcionariado público de España en general por el alto número de interinos y contratados”.
"Estoy convencida de que los sistemas de oposición que tenemos actualmente no valoran ni evalúan realmente si somos buenos profesionales, habría que planteárselo y darle una vuelta a esto"
“Lo adecuado serían oposiciones de enfermería con mucha más frecuencia. Y por supuesto, facilitando que las personas que las ocupan puedan acceder a esas plazas vacantes”. Jenifer Marcos defiende que “habría que demostrar que si alguien ha desempeñado un puesto durante treinta años, por ejemplo, es un especialista de hecho, y se debería buscar la manera de que lo fuese oficialmente, a esa fidelización es a la que me refiero”. Del mismo modo, exige “exámenes que evalúen realmente el trabajo a desempeñar. Es una cosa muy complicada, pero creo que habría que darle una vuelta porque realmente la calidad de un profesional no se puede medir por que se sepa hacer un examen tipo test”.
La enfermería antes y después de la pandemia
Para la enfermera Jenifer Marcos, es evidente que la enfermería ha sufrido una transformación: “Los centros hospitalarios a nivel estructural se han visto reorganizados, lógicamente: circuitos separados, medidas de control de acceso, control de visitas externas… Son cambios que en un inicio fueron más rígidos pero poco a poco se van haciendo más laxos conforme nos lo permite la situación, pero yo creo que hay cosas que se deberían seguir manteniendo”.
Por otra parte, recalca que “seguimos con muchísima falta de profesionales, hay malestar y desmotivación. Hay mucho cansancio mental y físico porque al final esta pandemia nos ha pasado factura a todos”. Marcos lo achaca nuevamente a las “condiciones de temporalidad, puesto que incluso en atención primaria han llegado a hacer contratos de días” afirma. Considera que “eso es una locura, tanto para el profesional como para los pacientes que atiende”. Y añade que “las ratios que son inasumibles, lo que hace que muchísima gente incluso se plantee dejar la profesión, porque es inviable que un profesional pueda asumir unos cuidados con el rigor y la calidad que se merecen los pacientes”.
Un estudio elaborado por parte del Consejo General de Enfermería denominado ‘Radiografía la situación profesional y emocional de la profesión enfermera’ publicado en febrero de 2022 arroja datos demoledores: “un 46,5%, ha pensado abandonar la profesión, seis de cada diez decían que habían tenido insomnio. Dos tercios han sufrido episodios graves de ansiedad. Un 33% depresión; episodios de estrés del 80%”. “Hemos vivido una situación tan dramática que ha pasado factura, y eso, sumado a lo que ya veníamos arrastrando de años atrás hace que haya profesionales dentro del sector que quieran tirar la toalla”.
Retos de futuro de la enfermería
En primer lugar, la enfermera Marcos cree que es necesario “cambiar un poco el chip a nivel formativo y reestructurar la formación de los nuevos enfermeros y enfermeras acorde a las nuevas demandas del sistema sanitario”. Si bien reconoce que “es verdad que los planes universitarios han ido cambiando y evolucionando pero quizás van un poco por detrás de la sociedad en algunos aspectos”.
También considera relevante “fomentar muchísimo, desde los estudios universitarios, la vertiente investigadora, las enfermeras asistenciales podemos ser docentes y podemos ser investigadoras. Esa parte de investigación se conoce muy poquito, da como un poco de terror cuando estás estudiando enfermería”.
Para Jenifer Marcos es prioritario "paliar el déficit de profesionales" aumentando el número de plazas en las universidades para que se formen más enfermeros y enfermeras. “la formación de un enfermero español está muy valorada en toda Europa, a una enfermera española se la rifan, muchas veces se nos valora más fuera que aquí”.
A nivel político y de organización tampoco son pocos los requerimientos que lanza Jenifer Marcos: “Hay que intentar, en la medida de lo posible, derribar esos muros que nos limitan a las enfermeras para participar en las políticas sanitarias”. Marcos lamenta la exclusión que sufre el sector en las altas esferas de la toma de decisiones: “no pueden excluir a la enfermería de las decisiones políticas importantes a nivel sanitario”
"Las enfermeras tenemos que tener liderazgo político"
“Hay que intentar que estemos cada vez más presentes en puestos de alto nivel. En consejerías de sanidad, en direcciones generales, en gerencias hospitalarias, en todo lo que sea, gestión y organización, y temas de política, creo que deberían empezarse a contar mucho más con la enfermería. Tenemos ahí una especie de techo de cristal”
Por otra parte, la enfermería actual se enfrenta al reto de “la enfermedad crónica: vivimos en una sociedad en la que el paciente crónico ha cobrado un protagonismo brutal porque la esperanza de vida muy grande”. Desde la enfermería “somos un referente para las personas con cronicidad, sobre todo en atención primaria, pero también en otros niveles asistenciales”.