El portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, reiteró hoy la dificultad para determinar el número de personas que fallecen en los hospitales con COVID y la cifra de los ingresados que mueren por el virus. “Una vez que ingresan en el hospital, se hace siempre la prueba. Y algunas que se les detecta, fallecen con COVID. No es fácil saber si hubieran tenido que ingresar en el hospital sin tener el COVID”, expuso.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, celebrada hoy en la sede de Presidencia de la Junta, Fernández Carriedo reconoció que el perfil de las personas que ingresan en los hospitales por COVID son de riesgo. “El porcentaje de casos más graves es mayor entre las personas no vacunadas pero las más afectadas son de riesgo, ya sea por edad o por patología previa”, afirmó. Además, apuntó que hay personas de riesgo que lo desconocen, con independencia de que se hayan vacunados. Es por ello que hiciera un llamamiento para mantener las medidas de prevención, realizar aislamientos para los que tengan síntomas graves y vacunarse a los que no lo estén aún.
Por último, señaló que el COVID sigue presente, tal y como confirman los datos de contagiados pero también los hospitalizados en planta y en las UCIs. En todo caso, subrayó, según recogió la Agencia Ical, que el número de ingresados ha descendido en los últimos meses y semanas aunque los fallecimientos continúan.