Las mascarillas en el transporte público: ¿son necesarias o estigmatizan al sector?
El inmunólogo Alfredo Corell considera que "se deberían incorporar en bolsos y chaquetas" y cuando haya grandes aglomeraciones "se tienen que utilizar"
23 septiembre, 2022 07:00El fin de las mascarillas en el transporte público sigue siendo por el momento una incógnita, pero ¿son necesarias o estigmatizan al sector? El debate está sobre la mesa. Lo cierto es que algunas Comunidades Autónomas como Castilla y León, Cataluña, Madrid o Navarra ya han solicitado que su uso deje de ser obligatorio, pero de momento no hay respuesta por parte del Gobierno de España.
No obstante, actualemente surgen algunas dudas entre la población sobre su necesidad en los medios de transportes: ¿por qué debo llevarla? ¿hasta cuándo? ¿qué criterios se siguen para decidir que hay que tenerla puesta? Un sinfín de preguntas que todavía siguen sin respuesta. La controversia aparece también cuando se reflexiona sobre los peligros de contagio que hay entre, por ejemplo, un local y el transporte: ambos espacios cerrados, llenos de gente, sin distancia y, sin embargo, con diferentes criterios sobre su obligatoriedad.
El inmunólogo vallisoletano Alfredo Corell ha reflexionado en este medio sobre la necesidad de las mascarillas en el transporte público, y responde contundente: "Siempre serán útiles, no solo nos protegen del Covid-19 sino también de otras enfermedades respiratorias". Además, considera que "se deberían incorporar en los bolsos y chaquetas de todo el mundo y cuando alguien se sienta incómodo o haya mucha masificación, la debería utilizar".
Es más, asegura que el uso de las mascarillas tendría que estar regulado en cualquier espacio cerrado, no solo en el transporte: "Si yo entro en un lugar que tiene un sistema de purificación del aire fantástico, puedo ir sin mascarilla. Eso ocurre en los aviones. Hay muchas compañías que no te exigen viajar con mascarilla, esto choca; en unas sí y en otras no. Como mínimo habría que tener medidores para saber cuándo hay que purificar y abrir las puertas. En la universidad los hay en todas las aulas y sabemos en qué momento tenemos que ventilar. Esto es una regulación en beneficio de la salud. Saber si el sitio donde entro está bien o no".
Para Corell el principal problema es la comunicación. Cree que no se le ha informado correctamente a la ciudadanía: "Han faltado explicaciones, había restricciones en unos sitios y en otros no. Esto produce descrédito y falta de respuesta por parte de la gente. Además, yo observo en el metro hay mucha relajación. Al principio llamaba la atención, pero ahora ya no", declara el inmunólogo.
Por su parte, el gerente de los autobuses de Valladolid (Auvasa), Álvaro Fernández Heredia, opina lo contrario. Al preguntarle si considera que deben seguir siendo necesarias, se remonta al punto de vista científico: "Todos los estudios apuntan a que el transporte público no era un lugar de especial contagio por encima de cualquier otro". Y además que en el caso de los autobuses hay una "gran" renovación del aire del que se ha medido la calidad y ha salido que tiene un resultado "excelente".
"Que se haya mantenido únicamente en el transporte público cuando no hay nada que indique que es un sitio con mayor riesgo de contagio, lo único que ha servido es para que se estigmatice el transporte público y se pregunte por qué hay que llevarla solo en el hospital y aquí", incide el gerente de Auvasa.
Para Fernández Heredia la situación tiene consecuencias negativas, ya que derivan en una "quiebra de la confianza totalmente injustificada" porque de forma indirecta están diciendo que "después del hospital, es donde está toda la gente enferma y contagiada". Asimismo, lamenta que se esté dando a entender que "el segundo lugar más peligroso es el transporte público"; lo que califica como un "atentado contra la credibilidad" de estos servicios.
Según el gerente de Auvasa, en Valladolid no se están detectando problemas entre los ciudadanos que se suben al autobús y defiende que se tomó la iniciativa de que los conductores proporcionaran mascarillas a aquellos que se les olvidaban, porque "es una forma de evitar conflictos".
Sin duda, las posiciones están divididas. Para el inmunólogo Alfredo Corell uno de los principales problemas ha sido que se ha permitido al ciudadano tomar decisiones. En su opinión, quizás se podría volver atrás si la evolución va a peor, aunque por ahora "no parece que vaya a ser así". Pese a ello, el inmunólogo matiza que "nos han faltado protocolos" y que hoy en día "sigue sin haber una Ley de pandemia". Un hecho que califica de "imprescindible" puesto que "se podría haber aprovechado la experiencia de lo vivido para regular este tipo de situaciones" e ir un paso adelante.