La sanidad pública no atraviesa su mejor momento. Son miles los profesionales que desde hace semanas salen a la calle para reivindicar un nuevo modelo del sistema y mejoras laborales. “El futuro está muy mal. O dan marcha atrás y empezamos de cero o esto acabará fatal”, lamenta el doctor Antonio Gonçalves Estella. Lleva 30 años siendo médico de área en Béjar; es decir, se encarga de la atención continuada, también de las bajas o de aquellas consultas a las que el equipo no llega.
Estos doctores tienen un contrato “cada vez más precario” del que no han conseguido “mejorar nada” tras muchos años de negociaciones. Lo cierto es que las plazas de médico de área “casi nadie las quiere” porque tienes “menos retribuciones y estás siempre haciendo guardias”. Un médico de equipo tiene descansos después de las guardias, uno de área “lo tiene sin reconocimiento horario ni retributivo”. Unas plazas que, por norma general, ofrecen a los residentes que acaban y “como no las quieren, se van a otros sitios donde puedan tener mejores condiciones”. Porque un doctor lo que busca es “ver siempre a los mismos pacientes, no cada día a uno”.
Como no hay médicos de área, los de equipo hacen unas seis guardias al mes, “con la sobrecarga que tienen y la lista de espera que hay”. Esto provoca que en algunos centros de salud haya que esperar hasta 15 días. “Una persona que se levanta con un catarro o dolor de estómago no tiene que esperar una semana. Se le debe atender inmediatamente, no debe existir lista de espera. Esto no es un especialista que se pueda posponer”, afirma el doctor.
Para poder poner solución a este problema se debe “sacar trabajo burocrático del medio”. Gonçalves critica que no son “la secretaria de nadie” y que “si quitas todo el papeleo que hay, se puede llegar a ver a 30 pacientes al día”. Este trabajo consiste, fundamentalmente, en las bajas que tienen que ir validando cada cierto tiempo o los especialistas que ponen tratamientos: “Papeles de fármacos, bajas, pruebas diagnósticas, nos quita una cantidad bárbara de tiempo”.
Lo cierto es que muchas personas no saben qué deben hacer. La cita se la dan para dentro de varias semanas y se encuentran realmente mal. Sin embargo, en muchas ocasiones piden que no acudan a urgencias para no saturar el sistema. A la pregunta: ¿Qué debe hacer una persona que se encuentra mal y no puede esperar? El doctor responde: “Ir a atención continuada. En todos los centros de salud hay consulta ordinaria y atención continuada por la tarde. Ese es nuestro trabajo. Allí los valoramos y decidimos si necesita ir o no al hospital”.
"Contratos ridículos y precarios"
Uno de los problemas más serios es el tema de los MIR, ya que de los “100 que acaban en Castilla y León, se quedan como mucho el 50%”. En la Comunidad hay unos 2.300 médicos de Atención Primaria: 1.000 en el medio urbano y 1.300 en zonas rurales. “La edad es bastante elevada” y prevén que, en cinco años, el 50% de los médicos tendrá más de 65 años y se habrá jubilado. Por ello, es necesaria la reposición de los médicos: “Se necesita una media de 150 anuales y no los hay porque los contratos son ridículos y precarios”.
Para que los sanitarios apuesten por los pueblos, lo primero es que “las retribuciones tienen que cambiar”. Gonçalves cuestiona que “no se puede cobrar lo mismo trabajando en León capital que en la punta del Bierzo”. Todo el mundo considera que estos profesionales tienen un gran sueldo, pero el doctor lo desmiente: “El sueldo base es de 1.200 y con complementos puedes llegar a 2.000 y poco”. Además, en su caso, tiene que estar desplazándose continuamente y hasta ahora le pagaban 0,19 el kilómetro; ahora, según lo nuevo publicado por el BOE, asciende a 0,23 euros el kilómetro. "No da para nada, hemos hecho cálculos y deberíamos ganar 0,4 euros el kilómetro. No es solo el gasoil sino el propio coche, que se va desgastando", matiza.
En el centro de salud de Béjar tienen cada noche entre 100-150 pacientes. Otra de las quejas que tienen son las horas. Antiguamente tenían 35 horas laborales y, desde la crisis, ascendió a 37,5 horas. Un hecho que también necesitan que se cambie por "el bien de los sanitarios".
¿El fin de los consultorios?
El presidente del Colegio de Médicos de Castilla y León, José Luis Díaz Villarig, planteaba en este inicio de febrero que, una de las medidas para que la Atención Primaria pueda respirar pasaría por el cierre de los consultorios. Un debate polémico que ya iba en el plan Aliste de la exconsejera de Sanidad Verónica Casado.
Una medida a la que los médicos se oponen: “El pacto de la Sanidad que se debe hacer para mejorar la Atención Primaria y Hospitalaria debe pasar por el sector de Sanidad; incluyendo a enfermeras, matronas o auxiliares, entre otros. No puedes aprobar una cosa solo para médicos”.
En referencia a la posibilidad de que se cierren los consultorios, el doctor responde: “Eso nadie lo va a permitir”. Son conscientes de que “cuesta más mantener la buena atención por la dispersión geográfica” que tiene Castilla y León y la “población envejecida”. Pese a ello, “no puedes quitar el médico a nadie”. A su juicio, lo que se debe hacer es “dotar de medios diagnósticos” a los centros de salud y que, cuando necesites una prueba, “sí te debas trasladar”, pero “para una auscultación, no tienes que ir al centro de salud”.
Otro de los impedimentos que Gonçalves observa con el cierre de consultorios es que “tendrías que pedir un taxi para que los transporten” porque “todos tenemos el mismo derecho a la sanidad”. En este sentido, cree que sí se deberían “limitar las visitas a los pueblos en los que haya poca población”. Por ejemplo, a tres veces por semana en vez de cada día, pero de ningún modo quitarles los médicos.
La sanidad, principal herramienta del debate político
Son muchos profesionales los que creen que la Sanidad sirve como herramienta del debate político y para ganar votantes de cara a las elecciones. Prometen cambios y mejoras que luego nunca llegan a cumplirse. Un argumento con el que está de acuerdo el doctor de Béjar. "Todos son iguales", critica el médico.
Cuestiona que "no hay dinero para la sanidad" pero sí que lo hay para "gastarlo en otras estupideces". En Castilla y León se destina una media de 230 euros por habitante ya que "no está todo concentrado" dado que es una Comunidad muy extensa.
Ahora, el foco está en la sanidad privada. Cientos de personas creen que si el sistema público está colapsado y, no pueden esperar, no les queda más remedio que acudir a lo privado. Pero hay un hándicap y es que muchas personas no se lo pueden permitir. En este sentido, Gonçalves matiza que la parte privada "ya está empezando a colapsarse". En su caso particular, está esperando a poder hacerse una resonancia y, si la quiero ya, se la paga: "No voy a estar esperando siete meses a un resultado".