El pasado 1 de junio, cuando España y el mundo vivían en una aparente tranquilidad comparado con lo que se vive ahora, se puso en marcha una ley para solicitar una baja médica debido al dolor menstrual. Una ley, que como suele ocurrir últimamente, generó polémica y puso en contra a media España. Con 185 votos a favor, el Gobierno aprobó la norma que establece que la baja laboral debido a condiciones incapacitantes secundarias a la menstruación, como la dismenorrea asociada a la endometriosis, será considerada una situación especial de incapacidad temporal por contingencias comunes.
Pues bien, fueron muchas las voces criticas que se levantaron contra esta ley argumentando que muchas mujeres se cogerían la baja para poder librarse del trabajo. Pues nada de eso. El número total de bajas por menstruación dolorosa tramitadas hasta el momento desde que se tramitó la ley es de 495 en toda España, con una duración media de los procesos de 2,8 días. Muy lejos queda la cifra que publico el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, que estimó unas 6.000 incapacidades laborales que se producen al año por esta dolencia física. Mientras que en Castilla y León, en todas sus nueve provincias, hay menos de cinco casos. No se puede saber el número exacto ya que, según las fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones consultadas por este periódico, al ser menor de cinco no se pueden dar para no vulnerar la protección de datos. "La ley de protección de datos impide ofrecer datos en los que se reflejen menos de cinco personas ya que esto supone que puede ser localizable la persona o personas a las que nos refiramos", detallan a El ESPAÑOL Noticias de Castilla y León.
Por provincias
Según los datos facilitados por el Ministerio, de esas 495 bajas, Madrid es la provincia donde más se han solicitado con 128, lo que supone casi un tercio del total. En Zaragoza acumulan 54, Barcelona ha pedido 42, en Málaga han sido 33 mujeres las que han cogido la baja y en Valencia, 30. Y dentro de las que suman más de cinco bajas tramitadas, se encuentran Cantabria con 6, Albacete con 7, Huelva con 7 y Pontevedra con 9. Como se puede comprobar ninguna provincia de Castilla y León llega a estos datos. Ávila, Palencia, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora no tienen ni una sola solicitud.
Lo que queda claro es que esta ley no ha supuesto un perjuicio a las empresas ni se está mal utilizando, aunque en el otro lado de la balanza se encuentran los críticos que creen que se ha demostrado que no se necesitaba y que no se están dando las estimaciones de Igualdad que presagiaban más solicitudes. Ahora bien, para solicitar la baja la paciente debe estar diagnosticada de endometriosis u otras patologías y lo paradójico es que en Castilla y León hay cerca de 4.500 casos, según los datos de la Junta.
Hay que recordar que aunque la nueva norma no establece requisitos específicos para solicitar estas bajas, como en cualquier enfermedad común, es necesario que el médico de atención primaria constate la situación. Los beneficios que ha tenido esta nueva ley es que se trata de una baja que es remunerada desde el primer día del periodo menstrual. Es remunerada directamente por la Seguridad Social para evitar una posible discriminación y no supondrá un gasto extra para las empresas. No establece un número específico de días, pero se presume que serán aproximadamente tres días, basándose en la duración general del ciclo menstrual.