El programa de investigación Horizonte de Cuatro, presentado por Iker Jiménez, se convirtió en viral el pasado jueves por su inicio. Arrancó con un antitelevisivo minuto de silencio y con la bandera de España de fondo. Todo ello para recordar la figura de los dos guardias civiles asesinados por una narcolancha en Barbate (Cádiz) y ante la falta de empatía del Gobierno, el programa decidió hacerlo así. Fue todo un éxito.
Sin embargo, en el programa del pasado jueves también se vivió el caso espeluznante de una mujer leonesa que ha sido atacada por una bacteria que devora la carne, es lo que se denomina como úlcera de Burulí. Le provocó una úlcera de hasta 12 centímetros de diámetro en el brazo. En la sección presentada por Carmen Porter, se entrevistó a esta leonesa que también dejó sin palabras al propio Iker Jiménez con un relato de los hechos que también se convirtió en viral en X.
Todo comenzó allá por 2014 cuando participó en un proyecto de conservación en las selvas peruanas en colaboraciones con ONG's de conservación de la fauna autóctona, y de repente una extraña úlcera comenzó a surgir en el brazo de Patricia. Posteriormente pasó por quirófano en varias ocasiones para intentar detener el avance de la enfermedad hasta que por fin consiguió el alta, pero como ella misma contó pasó por todo un calvario que le ha hecho ser la primera española en tener esta enfermedad.
La propia mujer relató que en el hospital de León al principio eran incapaces de saber de dónde venía la enfermedad. Hasta que el asunto fue tomado por el equipo de microbiólogos que descubrió que se trataba de la úlcera de Burulí. Tuvo que pasar por cinco intervenciones quirúrgicas en brazo y axila para evitar que la bacteria se propagase al sistema linfático. Tras cuatro años de tratamiento pudo gritar que ya era libre de este bicho, al que ella llamó “Dévora” porque le estaba devorando por completo. Los mosquitos fueron los principales sospechosos del contagio.
Esta enfermedad se produce por una bacteria que va devorando la carne del cuerpo. Así al extenderse produce la necrosis del tejido muscular y a punto estuvo de costarle la pérdida de un brazo. Esta microbacteria se encuentra en el ambiente y, a pesar de desconocer su metodología de transmisión, apunta a estudios "prometedores" vinculados a varias vías de investigación, relativas tanto a los tratamientos como a las causas de infección por la enfermedad.