Hace días conocíamos que un juzgado de Palencia está investigando la muerte de un bebé durante un parto que tuvo lugar en un domicilio y que se produjo sin asistencia sanitaria. Un suceso que está haciendo correr ríos de tinta y que ha despertado un gran debate sobre los riesgos y beneficios que tiene dar a luz en casa.
Cabe destacar que esta modalidad de parto, consistente en parir en un domicilio, se ha puesto muy de moda entre las famosas, aunque lo cierto es que la tipología que estas defienden no tiene nada que ver con el suceso de Palencia, sino que el parto por el que ellas se decantan sí incluye asistencia sanitaria cualificada.
Se trata del denominado parto domiciliario, el cual también es posible en Castilla y León, dado que actualmente toda mujer puede decidir el lugar donde quiere dar a luz, sin tener que ser necesariamente en un hospital.
Este ya ha sido experimentado por 'celebrities' de la talla de la 'influencer' Verdeliss; la actriz Esther Acebo; Rumer Willis, la hija de Demi Moore y Bruce Willis; o Zara Tindal, la nieta de Isabel II de Inglaterra, y sobre él ha querido hablar con este periódico la matrona delegada de Satse Castilla y León, Beatriz.
Si bien, lo primero que ha explicado esta profesional ha sido que, según la información a la que ha tenido acceso, todo parece indicar que, en el caso del suceso acontecido en Palencia, este no se trató de un parto domiciliario, o lo que es lo mismo, planificado en el domicilio, sino extrahospitalario, ya que, a su entender, fue "un parto sobrevenido en el que no estaba planificada la asistencia en el domicilio".
Una vez realizada esta diferenciación, la matrona se ha centrado en el parto domiciliario, al que cada vez recurren más mujeres. Tanto es así, que, según la experta, estos "han ido en aumento", fundamentalmente desde el año 2010, "cuando se elaboró la primera guía práctica para este tipo de partos".
Tal y como ha expresado la matrona, lo primero que hay que tener en cuenta al hablar de un parto domiciliario es que, aunque la decisión de la mujer prevalece por encima de todo, este tiene que ser asistido por profesionales sanitarios especializados en este campo, en este caso, matronas, que deben ser contratadas a nivel particular, ya que la asistencia sanitaria en este tipo de parto no la cubre la Seguridad Social.
Ahora bien, en palabras de la delegada de Satse, para poder contratar un equipo sanitario que asista un parto en un domicilio particular, la mujer gestante debe cumplir una serie de requisitos o criterios de inclusión recogidos en la guía práctica mencionada anteriormente. Estos son que se trate de una paciente que no padezca enfermedades ni cuente con un historial obstétrico con antecedentes de riesgo, una gestación única y a término, es decir, entre las 37 y las 42 semanas, que el bebé este bien colocado, de cabeza, y que el domicilio esté a menos de 30 minutos de un centro hospitalario, entre otras circunstancias. "Un parto gemelar, un parto previo por cesárea, una diabetes gestacional, hipertensión, masa corporal elevada o cualquier cosa que se salga de la normalidad, harían que la mujer no cumpliese los criterios de inclusión", ha matizado.
Además, el parto domiciliario requiere de una planificación previa, por lo que la mujer "no puede decidir en el último momento si quiere o no dar a luz en casa", ha explicado Beatriz. De este modo, una vez que una matrona, la profesional encargada de valorar si es seguro o no dar a luz en casa, declara la situación favorable, es necesario que la madre firme, en torno a los siete meses de embarazo, un plan de parto y otro de traslado a un centro hospitalario por si surge alguna complicación.
Según la experta, también es recomendable que el parto en el domicilio se lleve a cabo en un lugar "cómodo, en el que se pueda maniobrar, que disponga de agua corriente, una ducha para relajarse, etc.".
Sobre los cuidados que debe tener tanto la madre como el bebé una vez finalizado el parto domiciliario, la matrona ha aclarado que son los mismos que los que deben darse en un hospital para partos normales, "a término y con finalización espontánea vaginal". De este modo, entre ellos se encuentran el de "el piel con piel, vigilar el latido del cordón del recién nacido y la expulsión de la placenta, limpiar las secreciones al bebé, estimularle un poco, hacerle el test de Apgar...".
Riesgos y beneficios
Así, "según la evidencia científica, este tipo de partos, con estos criterios de inclusión y siempre que sea atendido por profesionales cualificados y especializados en emergencias obstétricas que sepan cómo actuar ante posibles complicaciones, es decir, por matronas, no tiene más riesgos o mayor tasa de complicaciones que el hospitalario".
Además, esta, al igual que determinados estudios, establece que los partos domiciliarios tienen sus propios beneficios, que "transcurren sin epidural, con menos dolor, mayor satisfacción y menos intervenciones instrumentales en el desarrollo del parto", factores valorados muy positivamente por numerosas mujeres.
En este sentido, Beatriz ha explicado que la mayoría de las madres que deciden dar a luz en sus casas, lo hacen motivadas por "experiencias previas negativas en partos hospitalarios, porque saben que actualmente pueden decidir más sobre la manera en la que quieren parir y porque tienen más información sobre el parto domiciliario", bien sea porque conocen casos cercanos, porque han escuchado el testimonio de influencers que lo han elegido y después lo han narrado en redes sociales, o porque se han hecho eco a través de medios de comunicación, entre otros motivos.
Si bien, la matrona delegada de Satse Castilla y León ha querido recordar que ya han pasado casi 40 años desde que la OMS dijo "que la mujer podía decidir dónde quería dar a luz", por lo que, aunque cada vez sean más las mujeres que deciden experimentarlo, no se trata de una técnica novedosa, ni mucho menos.
También ha incidido en que, dado que no todo el mundo puede permitirse pagar a un equipo de profesionales, hay casos en los que optan por el parto domiciliario sin personal cualificado para asistirlo. "Aquí es donde está el problema, porque puede haber más peligro o mayor probabilidad de que surjan complicaciones".
No obstante, puede darse el caso de que, aunque la matrona no apruebe el parto domiciliario, la mujer se empeñe. Entonces, esta puede encontrarse con que ningún equipo de profesionales quiera asistirle por no cumplir con los criterios de inclusión. Si aun así sigue apostando por dar a luz en su propia casa, aunque sea sin la presencia de un equipo sanitario cualificado, es más probable que se den complicaciones. En cualquier caso, si esto llegara a pasar y, o bien la madre o bien el niño, necesitasen asistencia sanitaria, la matrona ha explicado que, pese a las circunstancias, ambos estarían cubiertos por el sistema nacional de salud pública.
Llegados a este punto, la profesional sanitaria ha querido recalcar la idea de que "si en el hospital no hay suficientes matronas que doten a la mujer que va a dar a luz de acompañamiento y cuidados, ya hay más posibilidades que se complique que si este tiene lugar en una vivienda con profesionales". Además, ha puntualizado que "está demostrado que en el hospital hay más posibilidades de que un parto natural termine siendo un parto instrumental, solo por el hecho de estar allí, ya que, por lo general, no dejan tanto decidir a la mujer como si esta diese a luz en su propia casa, a pesar de que la situación ya esté empezando a cambiar y cada vez sean más los hospitales que priorizan la decisión de la mujer y que intentan hacer sentirla como en casa".
Finalmente, Beatriz ha aprovechado la ocasión para aclarar que, aunque muchas veces se oiga que un alto porcentaje de partos domiciliarios terminan precisando de traslado al hospital, "esto no es verdad". Es más, la experta ha añadido que, por lo general, en la mayoría de los casos, el motivo principal de estos traslados es "porque la mujer se arrepiente de parir en casa, o porque quiere epidural al no resultarle suficiente los métodos de alivio del dolor, o porque en el último momento cree que va a estar más segura en el hospital", ha concluido.