El portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, pidió hoy al Gobierno una segunda convocatoria del examen MIR para cubrir las plazas vacantes existentes que son “muchas menos” que las 4.000 personas que no pueden acceder a la formación MIR por no haber obtenido una calificación por encima de la nota de corte.
“A tiempo estamos”, apuntó, en declaraciones recogidas por Ical, el también consejero de Economía y Hacienda durante su comparecencia posterior a la celebración del Consejo de Gobierno, en la que aseguró que “es una pena que haya 4.000 médicos que quieran hacer la formación MIR y no puedan”.
Reivindicó por ello que el Gobierno elimine la nota de corte en las futuras convocatorias del examen MIR para que esta prueba se convierta en “un sistema de selección” por el que las plazas vacantes se vayan ofreciendo por puntuación “a medida que queden libres”.
Y es que, según Carriedo, las 4.000 personas que no superaron la nota de corte del examen MIR “son médicos y tienen el título”, pero lamentó que no puedan acceder a las plazas formación por una nota de corte que está dejando “plazas sin cubrir”, lo que perjudica “a todas las comunidades” pero “de manera más importante” a aquellas, como Castilla y León, que tienen más plazas “en el mundo rural, en hospitales comarcales o en determinadas especialidades médicas como la Medicina Familiar y Comunitaria”.
En todo caso, y mientras se debate la posibilidad de eliminar la nota de corte en el examen MIR para “cubrir todas las plazas”, Carriedo reclamó, para este momento concreto, realizar una segunda convocatoria para “las personas que quisieron acceder a las plazas vacantes” porque “es difícil de entener que tengamos 4.000 médicos que han acabado su carrera y que no pueden estudiar una especialidad cuando hay plazas vacantes”.
Una situación que, además, dejará a las comunidades sin esos médicos en formación “durante cuatro años”, cuando esa segunda convocatoria permitiría a esos 4.000 médicos ocupar un número de vacantes que, además, según Carriedo, es inferior. “Las comunidades con más mundo rural y más plazas en Medicina de Familia y Comunitaria somos las que más necesidad tenemos de que esto suceda”, concluyó Carriedo, que además señaló que Castilla y León ha cumplido “con lo que nos corresponde: ofertar las plazas y buscar formadores”.
Igual retribución
Preguntado sobre la posibilidad de incrementar las retribuciones como forma de atraer médicos para la formación MIR y que no se vayan a otras comunidades autónomas, Carriedo consideró que esa circunstancia “no va a servir para que esas 4.000 personas accedan a las plazas” puesto que, según afirmó, en Castilla y León “no se establece una diferencia retributiva entre especialidades” y, sin embargo, “solo se quedan sin cubrir determinadas especialidades”.
“Cobra lo mismo un dermatólogo que un médico de familia”, aseguró, planteando que el problema del déficit de profesionales “no es solo materia de mejorar las retribuciones”, sino de “dar la opción de que aquellas personas que quieren tener formación MIR, se les deje ocupar esas plazas porque no se les pone una barrera para acceder no ya a un puesto de trabajo, sino a una formación”.