El Consejo Económico y Social de España (CES) ha presentado este martes en la delegación autonómica de Castilla y León, en Valladolid, un extenso informe en el que han detectado una serie de "señales de alerta" en el Sistema Nacional de Salud, para las que han propuesto una serie de medidas.
El presidente del CES, Antón Costa, el presidente del CESCyL, Enrique Cabero, y la directora general de Planificación Sanitaria, Investigación e Innovación de la Junta, Sonia Martín, ha abordado en un acto el extenso análisis del estudio y las perspectivas de futuro.
Previamente, han atendido a los medios de comunicación para explicar las "señales de alerta" detectadas y cómo se podrían abordar una serie de medidas como el aprovechamiento de médicos senior más allá de los 65 años o más plazas en las universidades para paliar la "crisis de recursos humanos".
Costas ha defendido la presentación de este informe a petición propia que aborda una "visión de 360 grados" del Sistema Nacional de Salud (SNS) en un momento en el que la "sociedad está en una transición importante en términos demográficos, salud pública o las consecuencias del cambio climático".
De esta manera, ha advertido de la existencia de unas "señales de alerta" que hay que "modular". Además, ha destacado que el sistema democrático, la legitimidad y la eficiencia de la económica de mercado "descansan en la existencia y buen funcionamiento de un sistema de salud".
El presidente del CESCyL, Enrique Cabero, ha destacado el "muy importante de avance científico y tecnológico" que exige un "esfuerzo de inversión, formación y gestión" y ha celebrado la existencia de este "excelente informe" que aborde todo este contexto.
No obstante, Antón Costas ha aclarado que el objetivo "no es tanto hacer una crítica, sino que es contribuir a poner en el debate público y político la importancia de abordar esta visión del sistema y las líneas de mejora".
Entre las "señales de alerta" que han detectado, la primera son las listas de espera, con especial incidencia en la Atención Primaria. "Es muy importante atenderlas porque nos están dando una señal de cierta huida de las clases medias y acomodadas del servicio público de salud", ha explicado.
Para Antón Costas, esto podría ser sinónimo de un "problema muy importante" por el "riesgo de que se convierta en un sistema más asistencialista en vez de un verdadero servicio público".
La segunda señal es la "aparición de obstáculos ocultos" en el acceso universal al SNS. En esta línea, ha enumerado cuatro sesgos. Por edad, género, clase y geográfico. "Son obstáculos invisibles que van limitando la capacidad de acceder al sistema por parte de las personas que más lo necesitan", ha avisado.
Además, ha avisado del riesgo que supone "convertir el SNS en una especie de aliviadero de problemas sociales, económicos y laborales". Ha apuntado que estas circunstancias si no son "atendidas con otras políticas", provoca que el SNS aborde "patologías muy asociadas a la igualdad y la pobreza".
Un contexto que proyectaría sobre el SNS "una carga que no podrá abordar". Otra de las señales analizadas es el crecimiento "casi dramático" de la enfermedad mental, que ya suponen un gasto de, 4,5% sobre el PIB. Asimismo, se ha referido al "coste indirecto", asociado a la "pérdida de horas de trabajo".
Un aspecto económico que todavía no han podido calcular y que se asocia a las bajas por salud mental, que se "han disparado". "Hay un coste en términos de eficiencia económica que nos lleva a decir que hay que prestar una atención prioritaria", ha recalcado.
Por último, ha mencionado una "crisis de recursos humanos en el sistema", aunque ha reconocido que en los últimos años ha habido "un aumento de contratación". Ahora bien, ha apostado por una "utilización más eficiente" de elementos que ya hay en el sistema, como por ejemplo "las farmacias".
A pesar de todo ello, Antón Costas ha evitado hablar de una "crisis" en el SNS que haga que vaya a la "deriva", pero sí ha admitido una "encrucijada" para la que han hecho una serie de "propuestas posibles para este debate público".
Pero, no obstante, no plantea estas propuestas como "cosas que hay que hacer", sino como una "carta de un buen restaurante donde hay muchos platos, pero el menú lo hace usted, coja lo que considere adecuado".
De igual manera, ha querido hacer una reflexión en la que ha subrayado que durante sus estudios de economía, el Estado del bienestar, el SNS se ve como un "coste para el crecimiento económico". Sin embargo, a su juicio esta es una "visión errónea".
"El SNS es un elemento fundamental para el buen funcionamiento no solo de la equidad, es indispensable para el buen funcionamiento de una economía. Una población no sana no podría ser una población productiva. Es imposible. Cuando ha habido más inversión, la economía ha sido más productiva e innovadora", ha matizado.
Preguntado por los medios en cuanto a la falta de profesionales, Antón Costas ha hablado de un "aumento importante" de profesionales, pero que "no es suficiente". En este sentido, plantea una "planificación", que a corto plazo contemple "acciones de shock".
En esta línea, ha argumentado que se deben "adaptar muchas cosas en nuestra organización de nuestra vida social y empresarial". Concretamente, ha apuntado a la "longevidad" como un "fenómeno positivo extraordinario".
Así, ha querido plantear el hecho de "aprovechar mejor ese talento que existe dentro del SNS y no echarlo a los 65 años o antes". "Hay actores que hoy no están suficientemente bien utilizados. Hay una crisis en los recursos humanos en el sistema pero tenemos capacidad de abordarla siendo más imaginativos e innovadoras".
Precisamente, ha querido resaltar su "interés" en la longevidad, la cual no contempla como una "carga" para el SNS. "El envejecimiento se produce tanto cuando la esperanza de vida era 65 años como 85 porque son fenómenos de gasto que se producen al final de la vida", ha explicado.