S. Calleja / Ical
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Castilla y León necesitará más de 470 médicos de Familia en cuatro años, cuando se estima que más de una de cada tres plazas estarán vacías. Y todo, siempre que los nuevos especialistas en formación decidan quedarse a trabajar en Sacyl.

Así lo pone de manifiesto un estudio del Sindicato Médico de Granada, consultado por Ical, que arroja que en España la cifra se elevará a 4.808 profesionales, con hasta un 28% de vacantes.

El informe se basa en el de ‘Oferta-Necesidad de Médicos 2023-2035’, que firman las profesoras de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Patricia Barber y Beatriz González, y editado por el Ministerio de Sanidad.

En concreto, se estima que en la Comunidad faltarán 472 médicos en 2028, ya que en estos momentos hay 1.304 profesionales con 60 años o más, y teniendo en cuenta que en los próximos años podrían terminar la formación un máximo de 894 profesionales.

Si se aplica un margen del siete por ciento de abandonos, que es lo que ocurrió entre 2018 y 2022, la cifra estimada sería de 832. Aunque todos optaran por ocupar una plaza en Sacyl, aún quedarían vacantes el 36,2% de las plazas que se podrían quedar libres por la jubilaciones previstas en estos cuatro años.

Con estos datos se observa que Castilla y León se colocará en el grupo de comunidades con mayor déficit de profesionales. En concreto, en el quinto puesto, sólo superada por las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, Galicia, Castilla-La Mancha y Cataluña.

En el caso del Ingesa (Ceuta y Melilla), el estudio del SIMEG arroja que en estarían libres el 54 por ciento de las plazas que pueden quedar vacantes por las jubilaciones en seis años, hasta 39.

Galicia sumaría un 43,7%, con 618 vacantes; Castilla-La Mancha alcanzaría el 41,2 por ciento, hasta 362, y Cataluña, un 38,6%. Por detrás, se encontraría Aragón, con un 35,5%, hasta 214.

La única zona con un superávit aparente, de nueve médicos de Familia, sería Baleares, donde hay 331 profesionales con 60 años y más, y podrían terminar hasta 2028 un máximo de 365 nuevos especialistas de Medicina de Familia y Comunitaria. Con la aplicación del 7% de posibles abandonos, el número estimado sería de 340.

En estos momentos, Castilla y León lidera la tabla de médicos de Familia con 60 años y más, que el estudio estima en un 40,9%, ya que a las plantillas de Atención Primaria habría que sumar a los especialistas que trabajan en urgencias y emergencias. También, encabeza el grupo de 50 años y más, con un 69,1%.

En España, hay más de 17.000 médicos de Familia que tienen o tendrán edad de jubilación en estos cinco años, de media unos 2.850 por año. Para reponer esta pérdida de talento, terminarán de formarse unos 13.228 médicos, 12.371 médicos si se aplica el margen de abandono del siete por ciento.

Tras la Comunidad, figura INGESA (Ceuta y Melilla) con un 38,8% de médicos de Familia con 60 años y más, y después, Galicia, con el 35,8%.

Cataluña, con el 21,9 %, es la que presenta menor porcentaje, seguida de Canarias, con el 23,5%, y País Vasco, con el 24,6 %. Para el grupo de 50 años y más, a Castilla y León le siguen Cantabria, con el 66,2%, y Aragón con el 64,7%.

Planificación “necesaria”

Para Vicente Matas Aguilera, que es quien elaborado el informe del SIMEG, es necesaria una planificación a medio y largo plazo.

“Es urgente un nuevo estudio demográfico, con más datos por edad o al menos grupos de cinco años de edad, con datos sobre edad de jubilación por especialidad de forma anticipada, ordinaria o demorada, datos de recirculación y abandonos MIR, emigración e inmigración y se debe repetir cada dos años para tomar medidas a tiempo”.

“España necesita, ahora y durante unos años convocatorias con más plazas MIR de Medicina de Familia, para formar a los licenciados de años anteriores que no han conseguido plaza para formarse, posiblemente son unos 2.000 a los que hay que sumar los cerca 7.000 y en aumento que terminan cada año y los más de 1.100 procedentes de facultades de otros países que se especializan en España”.

Pasados 15 años, concluye, no se necesitarán tantas plazas MIR de Medicina de Familia, pero es necesario realizar estudios demográficos más ajustados para ver las necesidades.

“No podemos formar Médicos de Familia para que trabajen dos meses en verano y ofrecerles contratos por horas, días, de lunes a viernes… por mucho que pueda interesar a algún gestor”, sentencia.