Salamanca se consternó y preocupó el pasado 29 de enero cuando a plena luz del día varios disparos de bala impactaron en un joven de 27 años, que acabó falleciendo, según atestiguaron posteriormente los servicios sanitarios. 

Más allá de los problemas ocasionados durante esa semana en Salamanca ante la extrema vigilancia policial y las posteriores detenciones de los presuntos autores de los disparos y su envío a prisión sin fianza, la vida continúa en la capital, también para familiares y amigos. 

De hecho, estos han decidido recordar su figura con dos ramos de flores que adornan una valla a la altura a la que se produjo el tiroteo, tal y como ocurre en otros lugares de Salamanca. 

La víctima fue abatida por los disparos efectuados por dos individuos cuando llevaba a su hija en brazos, que resultó herida leve al caer al suelo.

Testigos de lo ocurrido en la calle Maestro Soler, junto a una pequeña zona de ocio y a un aparcamiento, explicaron entonces que los encapuchados dispararon al joven, que en el momento de los hechos llevaba a su hija, y se dieron inmediatamente a la fuga.

Minutos después, los agentes desplazados acordonaron la zona, mientras otros policías ponían en marcha un dispositivo a la salida de la ciudad para tratar de dar con los autores de los hechos. Este finalizó durante esta misma semana con la detención de los dos presuntos autores en Valladolid.