Agentes de la Policía Nacional, en el marco de la operación CUNA, desmantelaban en junio de 2018 una red de distribución de pornografía infantil a través de un grupo de Whatsapp de 300 personas. En aquel momento se detenía a siete personas, seis de ellos menores de edad, que intercambiaban archivos de extrema dureza a través de esta aplicación. El próximo jueves la Audiencia Provincial de Zamora juzga este escalofriante delito, con el autor de la distribución de estos archivos, que vivía en un pueblo de Zamora y por el cual se iniciaba una investigación de un año.
Todo comenzaba cuando un particular denunció que, a través de Whatsapp, se estaba distribuyendo un video especialmente duro de abusos sexuales a un menor de corta edad. Tras diversas gestiones, los investigadores identificaron al autor de la distribución de ese archivo y le arrestaron en una localidad de Zamora. Las labores de análisis fueron arduas ya que hubo que analizar más de 52.000 mensajes y 16.000 archivos, consiguiendo identificar al resto de investigados. Los agentes detectaron unas 300 personas, muchos de ellos menores de edad, que enviaban y solicitaban archivos o enlaces a otros usuarios del grupo.
Los investigadores adscritos al grupo UFAM de la Comisaría Provincial de Policía Nacional de Zamora, localizaron y detuvieron al administrador del grupo en la provincia de Alicante, donde realizaron el registro de su vivienda y localizaron numerosos archivos de pornografía infantil y terminales telefónicos relacionados con los hechos. El resto de detenidos e investigados fueron localizados en diferentes puntos del país –Madrid, Sevilla, Murcia, Huesca, Jaén y Mallorca- donde también se intervinieron numerosos terminales telefónicos y dispositivos electrónicos, a través de los que podrían haber tenido acceso a los contenidos ilegales y con los que han distribuido las imágenes.