La Guardia Civil ha auxiliado en su domicilio a un hombre de 67 años como consecuencia del conato de incendio e intenso humo que se inició en su vivienda al quemarse una cazuela que dejó puesta al fuego con la comida.
Los hechos ocurrieron días atrás en una localidad de La Ribera cuando, sobre las 17.20 horas, una patrulla que se encontraba en cometidos de seguridad ciudadana por el casco urbano de un municipio de esta comarca burgalesa y percibió una densa columna de humo negro. Al acercarse para comprobar el motivo vieron que el humo salía por la ventana de un segundo piso de un edificio, explica el Instituto Armado a través de un comunicado remitido a Europa Press.
Ante la posibilidad de un incendio de origen desconocido en alguna de las estancias, los Agentes preguntaron a otros vecinos si vivía alguien dentro a la vez que solicitaban la presencia de bomberos. No obstante, accedieron con urgencia al interior ya que dentro podría encontrarse una persona, residente habitual, como así resultó.
En el inmueble se encontraba su morador que a pesar del abundante humo que se apoderaba de todas las habitaciones se negaba a abandonar el domicilio. Sin embargo, la insistencia de los guardias civiles consiguió convencerle y finalmente accedió a salir, aunque no quiso ser reconocido por los servicios médicos. Los bomberos provistos con equipos de respiración autónoma pusieron la vivienda en seguridad.
El incendio se inició en la cocina al quemarse una cazuela. El hombre estaba cocinando, dejó puesta una cazuela al fuego y se quedó dormido y fue cuando se originó el conato de incendio que por otra parte no produjo importantes daños materiales, concluye el comunicado.