Un cura suspendido en sus funciones utilizó su condición de sacerdote para dejar de pagar 2.000 euros en alquiler en Palencia
La Audiencia Provincial de Palencia ha impuesto una pena de un año y seis meses de prisión a J.P.V. por un delito de estafa al dejar de pagar 2.095,24 euros en concepto de rentas impagadas a la arrendadora de su vivienda, situada en Palencia capital.
La sentencia no es firme por lo que cabe interponer contra ella recurso de apelación para la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
El acusado, "persona de apariencia amable y con cierta educación", se escudó en la condición de sacerdote que decía ostentar, así como de una aparente solvencia para ganarse la confianza tanto de los responsables de la inmobiliaria que arrendaba el piso como de su propietaria, una mujer de 77 años.
Para la formalización del arrendamiento y la entrega de llaves se le indicó que pasara --en la tarde del 11 de febrero de 2019-- a recoger el mismo para su rúbrica y abono de las cantidades estipuladas, lo que así hizo el acusado, el cual recogió el contrato de la inmobiliaria y acudió al domicilio de la propietaria para su firma y entrega de llaves.
Presentado en el domicilio, el acusado la indicó que en ese momento no tenía en efectivo las cantidades necesarias y estipuladas en el contrato --medio mes de renta parte proporcional, mes de fianza y depósito para mando a distancia--, insistiendo en que, al día siguiente, cuando la entidad financiera estuviera abierta, la entregaría el dinero y que acudiría a la inmobiliaria para abonar dichos importes.
La arrendadora, "con declarada fe cristiana" y considerando que el futuro inquilino era un 'hombre sagrado', ante la petición formulada por una persona que se amparaba en su condición de sacerdote y confiada por ello, firmó el contrato y le entregó las llaves del inmueble después de reiterarle el acusado que tenía urgencia en ocuparlo para no pagar más noches en un hotel.
Así, llegado el día siguiente, el acusado no se personó en la inmobiliaria, por lo que fue contactado telefónicamente por la propietaria y la inmobiliaria, a quienes "solo puso excusas", argumentando que no podía pasar; y así sucesivamente todas las veces que la inmobiliaria trató de contactar con él, alegando citas con el dentista o problemas con el banco.
Además, ocultó a la mujer que, aun siendo sacerdote, estaba en situación de la suspensión 'ab divinis' (apartado de los asuntos divinos) y que no podía ejercer el ministerio sacerdotal. Es decir, estaba suspendido del ejercicio de los sacramentos.
A tenor del paso del tiempo y puesto que el acusado no abonaba cantidad alguna y todo eran "largas" por su parte, la propietaria decidió interponer en fecha 12 de marzo de 2019, ante la Comisaría de Policía de Palencia una denuncia por estafa.
Asimismo, el acusado, el 7 de marzo de 2019, firmó un contrato de reconocimiento de deuda y de compromiso de abandonar la vivienda, pero no lo cumplió y permaneció en la vivienda sin pagar cantidad alguna.
No ha sido hasta el 4 junio de 2019 cuando tras solicitar la propietaria autorización judicial a través de sus representantes legales, ha logrado recuperar la posesión del inmueble.
Durante ese tiempo, no solo no ha percibido cantidad alguna en concepto de rentas, sino que, además, ha tenido que abonar las cantidades que corresponden a los suministros individualizados contratados de agua y luz y de los cuales ha hecho uso el acusado, que ya con anterioridad había ocupado dos viviendas sin pagar renta alguna y que dieron lugar a dos juicios de desahucio.
Así, junto a la pena de prisión, se condena al acusado a que indemnice a la propietaria del inmueble en las sumas de 1.725 euros, en concepto de rentas impagadas; 370, 24 euros de gastos y consumos y 2.000 euros por daño moral, más los intereses legales.