La CGT de Zamora ha emitido un duro comunicado contra la ministra de Eduación, Isabel Celaá. Una misiva donde critica su gestión de la vuelta a los colegios en toda España, y muchas de las afirmaciones realizadas por la ministra en relación a esto.
A continuación les reproducimos este comunicado en el que aseguran que van a "destapar mentiras":
Parece que ni la pandemia ha conseguido que se reviertan los recortes que ya venimos padeciendo durante años en la escuela pública. No sólo no se va a invertir los suficiente, sino que además de la burocracia canalla que ya nos habían colado, ratios en algunos centros inasumibles, apoyos insuficientes y espacios precarios (por citar unos pocos); se van a asumir más responsabilidades, por parte del profesorado: elaborando protocolos sin ser expertos, detectando casos de covid sin ser sanitarios, asumiendo riesgos sin tener E.P.I.S. etc, ¿todo esto de verdad es necesario? Y por supuesto sacrificando lo pedagógico a límites insospechados.
Estamos de acuerdo en apostar por la presencialidad, pero no a cualquier precio. Ésta debe ser segura para toda la comunidad educativa y en todos los niveles de la enseñanza, de calidad, dando a los alumnos la educación ajustada más que nunca a sus necesidades y potencialidades; y equitativa para que no se vuelvan a generar las diferencias motivadas por la brecha tecnológica. Pero ser garantes de estas tres variables, implica indudablemente de una inversión nítida y suficiente tanto en la contratación de docentes, personal laboral y de administración y servicios, como de la reducción de ratios en las aulas y la infraestructura escolar. Ahora más que nunca se hace necesario el acompañamiento de las familias y nuestro alumnado por el personal de servicios sociales y sanitarios, para que se gestionen los posibles casos de afectados directos por la covid y de su entorno. Ahora más que nunca debemos de exigir bienestar “integral” de toda la comunidad educativa.
En este sentido, entendemos que cumplir con los protocolos establecidos por Sanidad, como el distanciamiento social, no se puede alcanzar sin una reducción significativa de las ratios. Las medidas propuestas son incumplibles y utopías para cualquiera que tenga un mínimo de contacto y conozca de primera mano los entornos educativos.
Vamos a destapar mentiras:
1. Los grupos de convivencia estable o burbuja no existen. En el caso de un alumno positivo, habrá que tener en cuenta que en un aula de primaria entrarán varios especialistas, a su vez esos niños tendrán hermanos en otros niveles que serán susceptibles de contagio, puede que haya asistido a un programa de madrugadores o sea usuario de comedor. Ídem para Secundaria con cada uno de los profesores que entra en su aula o compañeros con los que se relacione en el patio o si utilizan el transporte escolar.
2. La distancia mínima no se puede respetar con la ratio actual y en los centros no suele haber espacios disponibles para desdobles. Hemos comprobado que en un aula de 50m cuadrados, quitando estanterías y mobiliario no indispensable, solo entran 15 alumnos respetando la distancia propuesta.
3. Horario con rutinas de higiene, entrada escalonadas, ventilaciones…impedirá llevar un horario normalizado. En el caso de la ventilación, además, en el caso de muchas aulas-taller de FP es inviable, ya que no tienen ventanas.
4. La autonomía de los centros no existe. Se entiende la autonomía en términos de responsabilidad, porque si realmente se primara la autonomía de los centros se atenderían sus peticiones de espacios, profesorado, sus peculiaridades…
5. Coordinador covid, será más conocido como “el profe al que le ha caído un marrón”. Por el momento no han recibido ningún tipo de formación específica para el desempeño de sus labores, a saber: organizar y aplicar todo el dispositivo, así como los protocolos para los servicios complementarios como comedor, transporte o los programas que amplían la jornada. Y, por otra parte, se habla de una “reducción de la carga lectiva” pero sin concretar cómo se llevará a cabo dicha reducción. Por último, no olvidemos que, en Castilla y León, la inmensa mayoría del profesorado se ha incorporado a sus puestos de trabajo sin que se les haya realizado PCR, cuando lo recomendable es que tras una ausencia superior a 10 días se les realice a los trabajadores al incorporarse a su puesto.