la Audiencia Provincial de Salamanca ha confirmado la setencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción que obligaba a un hombre a seguir pagando la pensión de alimentos a sus hijos menores pese a estar en prisión por apuñalar a su expareja, haber perdido la custodia y patria potestad y tener prohibido verlos y comunicarse con ellos.
En concreto, la sentencia determina que deberá abonar 400 euros, 200 por cada hijo, en los primeros cinco días de cada mes mientras que los gastos extraordinarios se abonarán por mitad de cada progenitor.
Frente a ello se interpuso un recurso de apelación para dejar sin efecto el régimen de alimentos y, por tanto, reducir el derecho en 70 euros por hijo hasta que saliera de prisión. Sin embargo, la Audiencia ha considerado que no debe ser así y ha dado validez a la primera sentencia.