Condenado a seis años de prisión un hombre por agredir sexualmente en Burgos a una menor tras engañarla
La Audiencia Provincial de Burgos ha condenado a un hombre, con iniciales M.A.H.O, a seis años de internamiento como autor criminalmente responsable de un delito leve de lesiones relacionado con un delito de agresión sexual a una menor de 16 años.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press en fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), dictamina además la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, y costas procesales.
Además, de conformidad con lo establecido en el Código Penal, también se le impone la prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio o lugar de trabajo o que frecuente a una distancia no inferior a 500 metros, así como de comunicarse con ella a través de cualquier medio, todo ello durante 15 años.
Por otro lado, ha ordenado la imposición de la medida de libertad vigilada por tiempo de diez años a cumplir con posterioridad a la pena privativa de libertad, que deberá ser sustituida por la expulsión del territorio nacional, una vez que el condenado acceda al tercer grado o se conceda la libertad condicional. Una vez expulsado, el hombre, de nacionalidad colombiana, no podrá regresar a España por un periodo de diez años.
En concepto de responsabilidad civil, el condenado deberá indemnizar a la víctima con la cantidad de 280 euros por las lesiones sufridas y en la cantidad de 40.000 euros por el daño moral causado.
Asimismo, tendrá que hacer frente a 743 euros que deberá ingresar a la Junta de Castilla y León por el gasto sanitario generado fruto de la asistencia médica prestada a la menor de edad.
ENGAÑÓ A LA VÍCTIMA
Los hechos juzgados se remontan a agosto de 2018, cuando el ahora condenado pidió a una menor de dieciséis años que se encontraba en el parque de San Agustín de la capital burgalesa a las 21.00 horas, que le acompañara a las inmediaciones de su domicilio porque un conocido suyo le iba a entregar un paquete, a lo que la joven accedió voluntariamente.
Una vez en el lugar y tras acceder al domicilio del acusado, éste se abalanzó sobre ella y tras sujetarla, la empujó a la cama de su habitación y comenzó a besarla mientras la inmovilizaba.
Acto seguido, y tras un forcejeo mientras la desnudaba, se puso un preservativo y la penetró vaginalmente, a la vez que le inmovilizaba los brazos con una mano, pese a las súplicas de la menor, a la que le causó un fuerte sangrado, motivo por el que trató de penetrarla analmente.
Como consecuencia de la agresión, la joven sufrió diversas lesiones, hematomas y un trastorno de ansiedad.