Efectivos de la Guardia Civil han investigado a dos burgaleses por comercio ilegal de piezas de marfil, las cuales están elaboradas con colmillo de elefante y no cuentan con la preceptiva documentación que acredite su procedencia legal, han informado a Europa Press fuentes del instituto armado.

En concreto, se ha investigado a D.R.R, de 58 años, y R.J.H.R, de 42, como presuntos autores de sendos delitos contra la fauna y la flora por comerciar de manera ilegal con marfil, al intentar vender dos piezas talladas sobre dicha naturaleza.

La investigación se remonta a 2018 y 2019 cuando el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil obtuvo información sobre la comercialización por parte de dos particulares distintos y sin relación de sendos objetos obtenidos a partir de su talla en marfil auténtico.

Esta información fue resultado del "barrido" constante que efectúa la unidad en la web en búsqueda de irregularidades o ilícitos publicitados en páginas especializadas y de anuncios de compraventa,

Las pesquisas practicadas llevaron hasta las piezas, una talla de un buda o netsuke (escultura en miniatura como pieza de artesanía originaria de Japón) y un elefante, que carecían de la debida documentación CITES o del certificado de antigüedad emitido por un anticuario autorizado, que justificara la legal tenencia y/o comercialización dentro de la Unión Europea.

A primera vista, los investigadores concluyeron que verdaderamente podría tratarse de piezas obtenidas a partir de su talla sobre marfil, por lo que fueron intervenidas y sometidas más tarde a pruebas para determinar su composición y también la especie animal de procedencia, así como su antigüedad u cualquier otro dato que pudiera determinar su origen.

DE LOS AÑOS 50

Los resultados obtenidos a partir de la aplicación de las técnicas del Carbono 14 (para la datación) y de espectrometría Raman (diferencia la especie animal) confirman que se trata de marfil auténtico, procedente de los colmillos de elefantes africanos (Lexodonta africana) de ejemplares vivos, y ha sido datada su antigüedad en la segunda mitad de la década de los años cincuenta del pasado siglo XX.

La Guardia Civil ha explicado que para poseer este tipo de objetos es necesario contar con la preceptiva documentación que determina su lícito origen mediante el Certificado de Uso Intracomunitario que ampara su legal comercio dentro de la Unión Europea.

Además, ha recordado que el elefante africano (Lexodonta africana) se encuentra incluido en el Apéndice 1 del Convenio CITES sobre especies en peligro de extinción y en el Anexo A del Reglamento 338/97.

Cabe mencionar que, aunque el resultado final de la mayoría de estos decomisos es su destrucción, las presentes figuras que fueron intervenidas en su día se encuentran actualmente depositadas a disposición de las autoridades competentes en la Jefatura del Seprona en Madrid, donde se ha solicitado que sean empleadas para la formación de especialistas.

La investigación ha sido llevada a cabo por el Seprona de la Comandancia de Burgos y ha contado con la colaboración de la Unidad Técnica de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) del Seprona en Madrid y del Centro Nacional de Aceleradores de Sevilla. Las diligencias instruidas han sido entregadas en los Juzgados de Burgos y Aranda de Duero.