Detenida en Aranda una pareja por violencia doméstica tras aparecer el hombre en el hospital con una agresión por arma blanca
Agentes de la Policía Nacional de Aranda de Duero acudieron la noche del pasado 12 de abril sobre las 23:00 horas al Hospital Santos Reyes, tras recibir aviso del servicio médico que informaba del ingreso de un varón que presentaba una herida grave, producida por arma blanca en la zona del cuello. El herido, que tenía afectada la arteria y se encontraba en el quirófano para ser operado de urgencia, manifestó a los facultativos que alguien desconocido le había agredido
La dotación policial preguntó a la pareja de la víctima sobre lo sucedido, quien afirmó desconocer cómo había ocurrido la agresión, ya que, aunque habían pasado la tarde juntos, primero en el funeral de un amigo, y luego en un bar tomando unas copas, al dirigirse caminando a su domicilio, él le había dicho que se adelantara y le esperara en casa ya que tenía que cambiar el coche de sitio. Poco después, al parecer, el varón se presentó en casa sangrando y como ella no pudo contactar con el servicio de emergencias, ambos se trasladaron al hospital por sus propios medios.
Se inició una investigación para esclarecer lo ocurrido y los agentes tuvieron una primera entrevista con el agredido en el hospital, una vez estuvo estabilizado y en condiciones de explicar cómo se produjo la agresión de la que había sido víctima, ofreciendo este, una versión exacta a la que ya había adelantado su pareja a los policías.
A partir del relato de la víctima y de su pareja, los agentes abrieron distintas hipótesis sobre el motivo de la agresión y el modus operandi, reconstruyendo el recorrido que ambos hicieron desde que salieron del bar y posteriormente de la vivienda para ir al hospital. Los investigadores también pudieron recabar el testimonio de varios testigos de la zona que habían escuchado una fuerte discusión en la calle observando a una pareja que iba caminado mientras la mujer gesticulaba vehementemente dirigiéndose al varón, empujándole y dándole dos puñetazos en la cara.
El informe de lesiones elaborado por el hospital, en el que también figuraba un daño en la mano del herido, típicamente defensiva, hizo que crecieran las sospechas sobre lo que realmente habría ocurrido. Cada vez parecía más claro que una discusión entre ambos, en la que se fue elevando el tono y la violencia, habría terminado en la vivienda con una agresión mediante arma blanca por parte de la mujer, con resultado de lesiones graves.
Por todo ello se volvió a tomar declaración al agredido, señalándole que la investigación de lo ocurrido ponía en tela de juicio las declaraciones de los dos, puesto que incurrían en numerosas contradicciones. Esa evidencia propició que finalmente reconociera que, en efecto, había iniciado con su pareja una discusión en la calle motivada por los celos y el alcohol que ambos habían ingerido y que tuvo su origen en el funeral donde habían coincidido con una ex pareja de él. Una vez en el domicilio derivó en una agresión mutua, durante la cual, la mujer le propino un corte con un cuchillo de cocina.
Cuando fueron conscientes de la gravedad de las lesiones y las posibles consecuencias penales entraron en pánico, por lo que de mutuo acuerdo construyeron un relato que fuera creíble e impidiera conocer la realidad de los hechos. Ambos han sido detenidos como presuntos autores de un delito de violencia doméstica.