Asesinado en Burkina Faso el periodista Roberto Fraile, afincado en Salamanca
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, confirmó este mediodía el asesinato en Burkina Faso de los dos periodistas españoles desaparecidos en Burkina Faso. Uno de ellos es el reportero afincado en Salamanca, Roberto Fraile, mientras que el otro es el navarro David Beriáin, que se encontraban en el país africano grabando un documental sobre la caza furtiva.
En declaraciones ofrecidas en rueda de prensa, la ministra aseguró que, según las informaciones que manejan y tras entrar en contacto con las autoridades de Burkina Faso y las familias de los dos periodistas españoles, desaparecidos ayer, "se confirmaría que la identidad de los cadáveres se correspondería con los dos periodistas" David Beriáin y Roberto Fraile.
Roberto Fraile, ligado a Salamanca
El camarógrafo asesinado en Burkina Faso por un grupo armado, Roberto Fraile, que ha fallecido junto a su compañero David Beriaín, trabajó durante dos décadas en Salamanca en tareas tanto de grabación como realización en Televisión Salamanca, Iris Televisión y, posteriormente y hasta hace poco, en La 8 de Salamanca.
Roberto Fraile, natural de Barakaldo y periodista especializado en la grabación de reportajes internacionales en zonas de conflicto, resultó herido en 2012 por la explosión de un artefacto cuando trabajaba como cámara en la ciudad siria de Alepo.
El profesional, con dos hijos, tenía su residencia en la ciudad de Salamanca, donde vive su familia y desde donde viajaba a distintos países de distintos continentes para la realización de reportajes como el que estaba desarrollando hasta esta semana en Burkina Faso.
Ataque por un grupo armado
Los dos españoles que habían sido dados por desaparecidos tras un ataque por un grupo armado este Los dos españoles, ambos varones, se encontraban en paradero desconocido junto a un irlandés y un miembro de las fuerzas de seguridad burkinesas tras un ataque ejecutado por personas armadas no identificadas contra una patrulla mixta de la unidad contra la caza furtiva en la provincia de Kompienga (sureste).
Los medios locales habían informado de que dicho ataque se saldó con tres heridos y cuatro desaparecidos y posteriormente han indicado, citando fuentes de seguridad, que los tres occidentales han sido ejecutados por sus captores.
El ataque, perpetrado cerca de la localidad de Pama, capital de la provincia, se saldó además con el robo de armamento y equipamiento por parte de los asaltantes. Entre el material se encuentran dos ametralladoras montadas sobre vehículo, un dron, doce motocicletas y receptores de frecuencia.
El este y el norte de Burkina Faso han sufrido un aumento de la inseguridad durante los últimos años, especialmente a causa del repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas, entre ellos la rama de Al Qaeda en el Sahel, el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), que han provocado además un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios.
El Ejército burkinés confirmó el lunes que durante la última semana de operaciones antiterroristas han muerto cuatro militares y han sido "neutralizados" dos supuestos terroristas, tal y como ha recogido el portal de noticias Burkina24.
Ante esta situación, el primer ministro de Burkina Faso, Christophe Dabiré, abrió a principios de febrero la puerta a un posible proceso de diálogo con los terroristas. "No decimos que Burkina Faso esté en contra de las negociaciones con los terroristas", afirmó en un discurso ante el Parlamento.