El contable de la empresa de Medina de Campo (Valladolid) acusado de quedarse con más de 180.000 euros entre los años 2012 y 2015, parte de ellos mediante pagarés al portador y el resto mediante reintegros, ha asegurado que dicha cantidad no la retiró en beneficio propio sino para destinarla a la "contabilidad B" con la que operaba la mercantil medinense.
Jorge H.S, en la primera de las sesiones que se prolongarán hasta el día 12 de mayo en la Audiencia de Valladolid, ha rechazado de plano que las distintas cuantías retiradas de Unicaja en el periodo investigado fueran para su bolsillo y ha insistido en que él se limitaba a pasar regularmente por las oficinas de la entidad, sitas en la calle Padilla de Medina, por indicación del administrador, Enrique P, cuya firma imitaba con su autorización y con pleno conocimiento de los empleados bancarios.
El contable, que se expone a una posible condena de siete años de cárcel por delito de falsedad en documento mercantil, en concurso medial con otro continuado de estafa, ha explicado que tanto el importe de los pagarés al portador girados contra las cuentas de la empresa para supuestos pagos a proveedores como los reintegros en ventanilla los depositaba en el cajón del escritorio del administrador o en una caja fuerte y que el destino era para la "contabilidad B" con la que operaba la mercantil "desde siempre".
Ese dinero B, siempre según sus declaraciones recogidas por Europa Press, se destinaban, entre otras finalidades, a "sanear cuentas antiguas" de la empresa, al pago de una parte de las nóminas de los trabajadores e incluso, como así ha matizado, a complementar el sueldo del propio administrador, que inicialmente percibía más de 9.000 euros pero que luego él mismo se rebajó a unos 2.100 euros debido al proceso de divorcio por el que atravesaba.
A preguntas de las partes, excepto de las que pretendía formular el letrado de la acusación particular, en representación de la empresa, que el encausado ha rehusado contestar, Jorge H.S. ha mantenido que la operativa del uso de una "contabilidad B" fue una constante desde su entrada en la sociedad, en 2003, y ha asegurado que se manejaban hasta 150.000 euros mensuales en este ámbito para hacerlos opacos a Hacienda.
También ha tenido explicación al por qué de la denuncia que el administrador, Enrique P, interpuso contra él y que atribuye al enfrentamiento legal que este último mantuvo con el hermano del primero, con quien durante años compartió la administración mancomunada de la mercantil hasta 2012.
"Mi hermano, en su día, impugnó las cuentas porque tuvo sospechas de que las facturas no respondían a la realidad", ha recordado el acusado respecto del proceso penal en el que se vieron inmersos los dos administradores mancomunados y que fue finalmente archivado. "Es la percepción que tengo y que explica por qué han ido contra mí, ya que mi hermano tiene más recursos que yo para defenderse", ha denunciado Jorge H.S.
NUNCA CON PAGARÉS AL PORTADOR
Versión diametralmente opuesta es la que han expuesto, a continuación, tanto el actual administrador de la empresa como la administrativa y encargada de la facturación, Virgina H, quien ha asegurado que la única encargada de facturar a clientes era ella, sin que en momento alguno se hubiera autorizado la imitación de la firma de Enrique P, y que el método para pagar a los proveedores era mediante pagarés nominativos y trasferencias pero nunca con pagarés al portador, como hacía el procesado.
A raíz de que el hermano del acusado fuera relevado de la labor de administrador mancomunado, esta trabajadora es la que asumió sus funciones y fue cuando, al revisar los pagos a proveedores, se percató de las supuestas irregularidades.
"Vi cheques al portador para el pago de proveedores, algo que nunca se ha había hecho, y al empezar a tirar del hilo descubrimos el resto, de ahí que se inicira una revisión exhaustiva del periodo entre 2012 y 2015", ha explicado la administrativa, que fue también la encargada de elaborar el listado de todas y cada una de las operaciones irregulares imputadas al acusado.
La testigo, que ha negado además que la empresa operara con dinero B, ha matizado que las operaciones objeto de investigación las realizó el procesado porque así quedó recogido en el código de entrada en el ordenador del trabajo.
El juicio se prolongará hasta la próxima semana. La particularidad del proceso es que Fiscalía de Valladolid considera a Unicaja responsable civil subsidiaria de parte del dinero supuestamente apropiado por el contable, en concreto de cerca de 80.000 euros, correspondientes a los reintegros en ventanilla que Jorge H. realizó tras imitar la firma del administrador y con conocimiento de los empleados de la entidad, sin que éstos corrobararan si contaba o no con el visto bueno del suplantado.