Efectivos de la Guardia Civil han detenido a una empleada de una residencia de mayores de la comarca de La Bureba (Burgos) por tres presuntos hurtos de joyas a los usuarios de la misma desde 2018, aunque podrían elevarse a más de 14, han informado a Europa Press fuentes del instituto armado.

En concreto, se ha arrestado a A.R.F, de 55 años, en el marco de la Operación 'Esmigold', iniciada después de que la Guardia Civil recibiera en el mes de marzo la denuncia de un familiar de una persona residente de uno de estos centros de asistencia y cuidado de mayores en la que refería la desaparición de varias joyas de oro propiedad de ésta.

Así, en el marco del Plan Mayor Seguridad, comenzó una "complicada" investigación no solo por lo "anecdótico y aislado", afortunadamente, del hecho denunciado, sino por la "sensibilidad, indefensión y vulnerabilidad del colectivo afectado", al que la Guardia Civil, "fiel a su espíritu benemérito dedica especial prioridad, atención y protección", ha señalado el instituto armado.

Fruto de las primeras indagaciones y del impulso dado desde el inicio por la unidad investigadora, se detectaron otros dos hechos similares que fueron igualmente denunciados, por lo que la cifra de víctimas se elevó a tres.

Sin embargo, la línea de investigación seguida permite sospechar que estos ilícitos pudieran haberse producido en, al menos, 14 ocasiones más.

Las pesquisas llevadas a cabo se centraron finalmente sobre una persona, empleada de la residencia, como principal sospechosa de la sustracción de varios anillos, alianzas, pendientes, colgantes y cadenas de oro. El cotejo y posterior estudio pormenorizado de cada pieza verificó que no guardaban relación con la investigada y tampoco con su entorno.

Algunas presentaban características, fechas o inscripciones que las hacían únicas, detalles que permitieron vincularlas con sus verdaderos propietarios, por lo que se contactó con sus familiares.

JOYAS GUARDADAS

Conforme a la información obtenida, las sustracciones de las joyas se produjeron mediante su hurto de los lugares donde las guardaban (cajones, armarios, etcétera), aprovechándose de su ausencia o consciencia, y no directamente cuando las portaban.

La investigación ha culminado con su detención y junto con las diligencias instruidas por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Burgos, encargada de la investigación, ha sido presentada en el Juzgado de Briviesca.

Al arduo trabajo de investigación y análisis, ya que los hurtos se produjeron durante los años 2018, 2019 y 2020, hay que añadir la dificultad en muchos casos para localizar a los residentes, algunos ya fallecidos, y a sus familiares para vincular la titularidad de las joyas con ellos; éstas no han sido recuperadas ya que su destino es la fundición del oro, despareciendo para siempre, lo que obstaculiza su seguimiento.

No obstante, la Operación 'Esmigold' aún permanece abierta y no se descarta que, lamentablemente, aparezcan nuevos casos similares o relacionados con el citado.

La Comandancia, en este sentido, hace un llamamiento a la ciudadanía para que en el supuesto de que sospechen haber sido víctimas de acciones similares lo pongan en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La Guardia Civil ha agradecido la colaboración ciudadana y la de los organismos implicados y ha remarca la importancia de denunciar. Para ello recuerda que la ciudadanía tiene a su disposición el número de teléfono 062 o, si lo prefiere, el servicio de alertas app Alertcops y recuerda que cualquier información que desee facilitar o colaboración en el ámbito de la seguridad ciudadana, vial o medio ambiental es tratada de manera discreta y anónima.