La Audiencia de Segovia condena a dos años y medio de prisión al hombre acusado de la explosión en un bloque de viviendas en la calle Coca, de Segovia capital, el 28 de agosto de 2016, así como al pago de más de 300.000 euros en indemnizaciones. Los magistrados le consideran autor dos delitos de homicidio, tres de lesiones y uno de estragos, todos en el grado de imprudencia grave, pero se le aplica el semieximente por el estado de depresión, con un sustancial rebaja de la penas de cárcel.
En este trágico suceso, dos vecinos del inmueble perdieron la vida y decenas se vieron afectados por las consecuencias de esta explosión. Según la sentencia, el acusado desconectó una de las bombonas de gas propano que tenía en la cocina, se la llevó a su dormitorio y dejó la espita abierta con el objetivo de intoxicarse. Sin embargo, se levantó, se dirigió al servicio y se encendió un cigarro, lo que provocó una explosión.
El auto señala que el hombre padecía una situación de depresión, según recoge eldiasegovia.es, y tenía “sus capacidad volitivas parcialmente limitadas". Los magistrados no creen la versión que dio durante su declaración en el juicio, en la que negó que intentara suicidarse. Una veintena de familias se vieron afectados por este suceso que conmocionó a la ciudad de Segovia y muy especialmente al barrio de San Lorenzo